jueves, 25 de junio de 2009

UNION DE LA REPUBLICA SOCIALISTA SOVIETICAS

La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (abreviado: URSS; en ruso: Союз Советских Социалистических Республик, СССР, tr.: Soyuz Sovétskij Sotsialistícheskij Respublik, SSSR), o Unión Soviética (Советский Союз, Sovetski Soyuz), fue una federación constitucional de estados socialistas, basada en la ideología comunista, que existió en Eurasia a partir de 1922, hasta su disolución en 1991.
La URSS nació como una unión de cuatro repúblicas socialistas soviéticas, formadas dentro del territorio del Imperio Ruso abolido por la Revolución Rusa de 1917, y creció a 15 "repúblicas de la unión" hacia 1956: RSS de Armenia, RSS de Azerbaiyán, RSS de Bielorrusia, RSS de Estonia, RSS de Georgia, RSS de Kazajstán, RSS de Kirguistán, RSS de Letonia, RSS de Lituania, RSS de Moldavia, RSFS de Rusia, RSS de Tayikistán, RSS de Turkmenistán, RSS de Ucrania y la RSS de Uzbekistán.
Los límites geográficos de la Unión Soviética variaron con el tiempo, pero después de las últimas anexiones territoriales principales y la ocupación de los países Bálticos (Lituania, Letonia, y Estonia), del este de Polonia, Besarabia, y algunos otros territorios durante la Segunda Guerra Mundial, desde 1945 hasta la disolución, los límites correspondieron aproximadamente a aquellos de la extinta Rusia Imperial, con las exclusiones notables de Polonia, la mayor parte de Finlandia, y Alaska.
Era a menudo referida impropiamente como Rusia, por ser su estado constituyente más grande y dominante. Desde 1945 hasta 1991, en el período conocido como Guerra Fría, la Unión Soviética y los Estados Unidos eran las dos superpotencias mundiales que dominaron la agenda global de la política económica, asuntos exteriores, operaciones militares, intercambio cultural, progresos científicos incluyendo la iniciación de la exploración espacial, y deportes (incluidos los Juegos Olímpicos).
La Unión Soviética llegó a ser el modelo de referencia para futuros estados socialistas durante la Guerra Fría. El gobierno y la organización política del país fueron definidos por un régimen de partido único, el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).

HISTORIA:

Historia de la Unión Soviética:
Se piensa tradicionalmente que la Unión Soviética es la sucesora del Imperio Ruso. El último zar, Nicolás II, gobernó hasta marzo de 1917 y fue ejecutado con su familia al año siguiente. La Unión Soviética fue establecida en diciembre de 1922 como la unión de las repúblicas soviéticas de Rusia (familiarmente conocida como Rusia Bolchevique), Ucrania, Bielorrusia y Transcaucasia gobernadas, las tres primeras, por partidos bolcheviques y la última por el menchevique.
Revolución y la fundación del estado soviético
La actividad revolucionaria moderna en el Imperio Ruso comenzó con la Rebelión Decembrista de 1825, y aunque la servidumbre fue abolida en 1861, lo fue en términos desfavorables para los campesinos y sirvió para animar a los revolucionarios. Un parlamento, la Duma estatal, fue establecido en 1906, después de la Revolución de 1905, pero el malestar político y social siguió. Siendo agravado durante la Primera Guerra Mundial por el fracaso militar y la escasez de alimento en las ciudades principales.


Vladimir Lenin en la tribuna reclamando el poder soviético. Tras la muerte de Lenin, Stalin manda recortar la foto en la que antes aparecía Trotsky.
El levantamiento popular espontáneo en Petrogrado, en respuesta al decaimiento de la economía y la moral en tiempo de guerra, culminó con el derrocamiento del gobierno imperial en marzo de 1917 (véase Revolución de Febrero). La autocracia zarista fue reemplazada por el Gobierno Provisional Ruso, cuyos líderes pensaron en establecer una democracia liberal en Rusia y continuar participando en el lado de la Triple Entente en la Primera Guerra Mundial. Al mismo tiempo, para asegurar los derechos de la clase obrera, las asambleas de trabajadores, conocidas como Soviets, nacen a lo largo de todo el país. Los bolcheviques, dirigidos por Vladimir Ilich Lenin, presionaron a favor de una revolución socialista tanto en dichas asambleas como en las calles, derrocándose al Gobierno Provisional el 7 noviembre, 25 de Octubre según el calendario juliano, de 1917 (ver Revolución de octubre), y entregándose el poder a los soviets de obreros, soldados y campesinos. Solamente tras la larga y sangrienta Guerra civil rusa de 1918–1921, durante la que se aprobó la primera Constitución soviética de 1918 y que incluyó intervención extranjera en varias regiones de Rusia se afianzó el nuevo poder soviético. Tras la Guerra Polaco-Soviética de 1919-1921, la "Paz de Riga" a principios del año 1921 dividió los territorios disputados de Bielorrusia y Ucrania entre Polonia y la RSFS de Rusia.

Unificación de las repúblicas soviéticas:

El 29 de diciembre de 1922 una conferencia de delegaciones plenipotenciarias de la RSFS de Rusia, RFSS de Transcaucasia, la RSS de Ucrania y la RSS de Bielorrusia aprobaron el Tratado de Creación de la URSS y la Declaración de la Creación de la URSS, formándose la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Estos dos documentos fueron confirmados por el primer Congreso soviético de la URSS y firmados por los cabezas de las delegaciones Mijaíl Kalinin, Mikha Tskhakaya, Mijaíl Frunze y Grigory Petrovsky, y Aleksandr Chervyakov respectivamente el 30 de diciembre de 1922. El 1 de febrero de 1924 la URSS fue reconocida por la primera potencia mundial de la época, el Imperio británico.
La reestructuración intensiva de la economía, la industria y la política del país empezaron desde los primeros días del poder soviético en 1917. Una gran parte se realizó según los Decretos Iniciales Bolcheviques, documentos del gobierno soviético, firmados por Vladimir Lenin. Uno de los adelantos más prominentes era el plan GOELRO, que propugnaba una reestructuración profunda de la economía soviética basada en la electrificación total del país. El Plan se inició en 1920, desarrollándose durante un período de 10 a 15 años. Incluyó la construcción de una red de 30 centrales eléctricas regionales, incluyendo diez grandes centrales hidroeléctricas, y la electrificación de numerosas empresas industriales. El Plan llegó a ser el prototipo para el subsiguiente Plan Quinquenal (URSS) finalizándose prácticamente en 1931.






LA ERA DE STALIN:

Historia de la Unión Soviética (1927-1953): Lósif Stalin, gobernante soviético de 1924 a 1953
Después de la dura política económica llevada a cabo por los bolcheviques durante la Guerra Civil (véase Comunismo de guerra) , el gobierno soviético permitió que algunas empresas privadas coexistieran con la industria nacionalizada durante los años 1920. Del mismo modo, el requisamiento total de los excedentes alimentarios en el campo fue reemplazado por impuestos sobre los alimentos (véase Nueva Política Económica). Aunque algunas de estas medidas fueron discutidas por líderes soviéticos, se consideró necesario para evitar que la "explotación capitalista" volviera a la Unión Soviética. Los asuntos económicos constituyeron el telón de fondo en la lucha por el poder que se desencadenó entre los líderes soviéticos tras la muerte de Lenin en 1924. Consolidando gradualmente su influencia y aislando a sus rivales dentro del partido Iósif Stalin se convirtió en el líder de la Unión Soviética a mediados de los años 1920.
En 1928, Stalin introdujo el Primer Plan quinquenal destinado a construir una economía socialista. Esto, a diferencia del internacionalismo expresado por Lenin y Trotsky a través del curso de la Revolución, apuntó al socialismo en un solo país. En la industria, el estado asumió el control de todas las empresas existentes y emprendió un programa intensivo de industrialización; en la agricultura granjas colectivas fueron establecidas por todas partes en el país. Encontró la resistencia esparcida de campesinos ricos que retuvieron grano, teniendo como resultado una lucha contra las autoridades y el hambre, causando millones de muertes.
La Gran Purga de Stalin al interior del Partido Comunista eliminó a muchos "Viejos bolcheviques", que habían tomado parte en la Revolución con Lenin. Mientras tanto, innumerables ciudadanos soviéticos fueron encarcelados y enviados al Gulag, una red de campamentos de trabajo forzados. Aún a pesar de la confusión a mediados de los años 1930, la Unión Soviética desarrolló una economía industrial poderosa años antes de la Segunda Guerra Mundial.


Soldados soviéticos, luchando en las ruinas de Stalingrado, en los momentos más sangrientos de la Segunda Guerra Mundial.
Los años treinta vieron la cooperación más cercana entre los países Occidentales y la URSS, en 1933 se establecieron relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y la URSS. Cuatro años más tarde, la URSS apoyó a la República Española en la Guerra civil española contra el alzamiento de los Nacionales, apoyados por la Italia fascista y la Alemania Nazi. No obstante, después de que Gran Bretaña y Francia concluyesen los Acuerdos de Múnich con la Alemania Nazi, la URSS realizó tratos con este último también, económicamente y militarmente, concluyendo el Pacto Ribbentrop-Mólotov (pacto de no agresión nazi-soviético), que permitió la ocupación de Lituania, Letonia, Estonia y la Invasión de Polonia en 1939. A finales de noviembre en 1939, incapaz de forzar a Finlandia en el acuerdo a mover su frontera 25 kilómetros de Leningrado por medios diplomáticos, Stalin ordenó la invasión del país. En 1941 Alemania rompió el pacto de no agresión e invadió la Unión Soviética el 22 de junio de 1941. El Ejército Rojo paró la ofensiva nazi en la Batalla de Stalingrado, desde finales de 1942 hasta principios de 1943, siendo un punto decisivo del conflicto. A partir de entonces avanzó por Europa del Este hasta Berlín forzando la rendición de Alemania en mayo 1945 (véase Gran Guerra Patriótica). Aunque destrozada por la guerra, la Unión Soviética surgió del conflicto como una superpotencia reconocida.


Desfile del Ejército Rojo tras la victoria soviética sobre Alemania Nazi, cerca 1945.

Durante la posguerra inmediata, la Unión Soviética reedificó primero y entonces ensanchó su economía, al mantener su control estrictamente centralizado. La Unión Soviética ayudó la reedificación de la posguerra en los países de Europa del Este al girar ellos en estados soviéticos de satélite, fundó el Pacto de Varsovia en 1955, más tarde, el Consejo de Ayuda Mutua Económica, la ayuda suministrada a los comunistas finalmente victoriosos en China, y vio crecer su influencia en otras partes del mundo. Mientras tanto, la tensión creciente de la Guerra Fría giró a los aliados del tiempo de guerra de Unión Soviética, el Reino Unido y los Estados Unidos, como enemigos.

La Unión Soviética después de Stalin:

Moneda soviética de un rublo (1981), conmemorando el 20 aniversario del primer vuelo humano al espacio, realizado por Yuri Gagarin.
Iósif Stalin murió el 5 de marzo de 1953. En ausencia de un sucesor aceptable, los funcionarios más altos de Partido comunista optaron por gobernar la Unión Soviética en comité, aunque en realidad se desarrolló una lucha por el poder detrás de la fachada de liderazgo colectivo. Nikita Jrushchov, que se había impuesto en esa lucha por el poder a principios de la década de los años 1950, denunció en 1956 los excesos de Stalin. Además de esa denuncia, procedió a relajar los controles de tipo represivo que hasta entonces se ejercían sobre el Partido y la sociedad. Todo esto es lo que se ha dado en llamar desestalinización. Al mismo tiempo, la fuerza militar soviética fue utilizada para aplastar los levantamientos de cariz nacionalista que tuvieron lugar en Hungría y Polonia en 1956. Durante este período, la Unión Soviética continuó avanzando científica y tecnológicamente, lo que le permitió lanzar el primer satélite artificial Sputnik 1 y conseguir la hazaña de llevar por primera vez un ser vivo al espacio exterior: la perra Laika; posteriormente, hicieron lo propio con un humano, Yuri Gagarin, que orbitó varias veces alrededor de la Tierra y volvió sano y salvo (el viaje de Laika había sido sólo "de ida"). Valentina Tereshkova fue la primera mujer en volar al espacio a bordo del Vostok 6 el 16 de junio de 1963, y Alexei Leonov devino la primera persona en dar un 'paseo espacial' el 18 de marzo de 1965. Las reformas de Jrushchov en la agricultura y la administración, sin embargo, fueron generalmente improductivas, y la política exterior hacia China y Estados Unidos se vio envuelta en dificultades. De hecho, estos problemas se materializaron en la Ruptura Sino-Soviética, habiendo incluso momentos en los cuales soviéticos y chinos estuvieron al borde de la guerra. Nikita Jrushchov se jubiló en 1964.

Yuri Gagarin, el primer ser humano en viajar al espacio, el 12 de abril de 1961.
Después de Jrushchov, siguió otro período de la gobierno por el Comité o mando colectivo; esto duró hasta que Leonid Brézhnev se estableció a principios de los años 1970 como la figura preeminente en la vida política soviética. Brezhnev presidió durante un período de Détente o distensión con el Oeste, sin dejar al mismo tiempo de incrementar la fuerza militar soviética; la concentración armamentística contribuyó a la desaparición de la Détente a finales de los años 1970. Otro factor que contribuyó al fin de la distensión fue la invasión soviética de Afganistán en diciembre de 1979, con el objeto de apoyar a un gobierno comunista local que se hallaba en graves dificultades.
Durante todo ese período, la Unión Soviética mantuvo la paridad con Estados Unidos en las áreas de la tecnología militar (sector en le que tenía que competir, con Occidente), pero el insumo de recursos en ese sector condujo en última instancia a la bancarrota y la parálisis de la economía (la economía soviética era mucho menor que la americana).
En agudo contraste con el espíritu revolucionario que acompañó el nacimiento de la Unión Soviética, la tónica predominante del liderazgo soviético en tiempos de la muerte de Brezhnev, en 1982, era la aversión al cambio. El largo período de gobierno a cargo de Brezhnev había acabado convirtiéndose en uno de inmovilismo o "parada" (застой), con liderazgo político envejecido (una especie de gerontocracia), falto de flexibilidad y anclado en posiciones obsoletas.
Después de algunas reformas económicas experimentales en la década de los 60, los líderes soviéticos se ciñeron nuevamente a los medios convencionalmente establecidos de gestión económica. Durante los años 60, la industria progresó de forma lenta pero estable, pero la agricultura soviética continuó retrasándose y siendo deficitaria, como siempre; en resumidas cuentas, la URSS acabó por no ser capaz de producir grano suficiente para alimentar a su creciente población, con lo cual los soviéticos se vieron obligados a importar ese artículo.
En el ámbito deportivo, la Unión Soviética organizó los Juegos Olímpicos de 1980, con sede en Moscú. Hubo un intento de boicot del evento por parte de Estados Unidos: en el marco de la Guerra Fría y en protesta por la invasión soviética de Afganistán, los norteamericanos decidieron no asistir a los Juegos Olímpicos, tratando al mismo tiempo de persuadir a sus aliados para que tampoco asistieran. En total, 65 países se abstuvieron de participar, principalmente debido a la iniciativa estadounidense.

Las reformas de Gorbachov y la disolución de la URSS:

Dos fenómenos caracterizaron la siguiente década: el desmoronamiento cada vez más evidente de las estructuras económicas y políticas de la Unión Soviética, y un conjunto poco coherente de reformas tentativas enfocadas a revertir ese proceso. Después de que se sucedieran rápidamente en el poder Yuri Andrópov y Konstantín Chernenko, figuras de transición con raíces profundas en la tradición Brezhnevita, Mijaíl Gorbachov fue designado líder de la URSS. Gorbachov comenzó a aplicar cambios significativos en la economía (véanse Perestroika (reconstrucción) y Glásnost (transparencia)) y el liderazgo del partido. La política de Glasnost permitió el acceso público a la información después de décadas de fuerte censura por parte del gobierno; también abogó por la transparencia de la gestión llevada a cabo por los líderes soviéticos.


Gorbachov junto a Reagan firmando el Tratado INF, en Washington D.C., en 1987.
A finales de los años 1980, las repúblicas que componían de la Unión Soviética incorporaron legalmente movimientos hacia la declaración de soberanía sobre sus territorios, citando el Artículo 72 de la Constitución de la URSS, que indicaba que cualquier república integrante de la Unión Soviética era libre de separarse. El 7 de abril de 1990 fue aprobada una ley en virtud de la cual una república podía salirse de la unión si más de dos terceras partes de los residentes de la república votaban a favor de ello en un referéndum. Muchas repúblicas soviéticas liberalizaron primero las elecciones de la era soviética a fin de crear sus propias legislaciones nacionales hacia 1990. Se avanzó en la creación de una legislación que contravenía las leyes de la Unión en lo que fue conocida como "La Guerra de Leyes". En 1989, la RSFS de Rusia, que era entonces la república más grande (con cerca de la mitad de la población) convocó unas nuevas elecciones para elegir un Congreso de Diputados del Pueblo. Borís Yeltsin fue elegido presidente del Congreso. El 12 de junio de 1990, el Congreso declaró la soberanía de Rusia sobre su territorio y tomó la delantera en la elaboración de leyes que convertían en papel mojado algunas de las normas de la URSS. El período de incertidumbre legal continuó durante de 1991, año durante el cual las repúblicas integrantes de la URSS paulatinamente se independizaron a efectos prácticos.
El 17 de marzo de 1991 se celebró un referéndum que buscaba preservar la URSS. La mayoría de la población votó por la conservación de la Unión en nueve de las quince repúblicas soviéticas. Este referéndum dio a Gorbachov un balón de oxígeno y, en el verano de 1991, se diseñó un Nuevo Tratado de la Unión, llegándose a acuerdos que contentaran a ocho repúblicas que se inclinaban a convertir la Unión Soviética en una federación mucho más laxa. La firma del tratado, sin embargo, fue interrumpida por el golpe de estado de agosto dirigido contra Gorbachov por miembros marxistas extremistas del gobierno, que deseaban invertir las reformas de Gorbachov y reafirmar el control central del gobierno sobre las repúblicas de la URSS. Tras el fracaso del intento golpista, Yeltsin apareció ante el público como un héroe, mientras el poder de Gorbachov disminuyó. El equilibrio político se inclinó apreciablemente hacia las repúblicas secesionistas. De hecho, inmediatamente y todavía en agosto de 1991, Letonia y Estonia declararon la restauración de la independencia plena (siguiendo el ejemplo que había dado Lituania en 1990), mientras que las otras 12 repúblicas soviéticas continuaban discutiendo posibles modelos para una Unión cada vez más débil.
El 8 de diciembre de 1991, los presidentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia firmaron el Tratado de Belovesh que declaró la Unión Soviética disuelta y se estableció la Comunidad de Estados Independientes (CEI), en su lugar. Como quedaban dudas sobre la autoridad del Tratado de Belovesh para disolver la Unión, el 21 de diciembre de 1991, los representantes de todas las repúblicas soviéticas excepto Georgia, inclusive las repúblicas que habían firmado el Tratado de Belovesh, firmaron el Protocolo de Alma-Ata, que confirmó el desmembramiento y la extinción consecuente de la URSS y volvió a plantear el establecimiento de la CEI. La cumbre de Alma-Ata convino también en varias otras medidas prácticas como consecuencia de la extinción de la Unión Soviética. El 25 de diciembre de 1991, Gorbachov se rindió a lo inevitable y renunció como presidente de la URSS, declarando a la URSS disuelta. Transfirió los poderes, que pasaron desde entonces a Boris Yeltsin, el presidente de Rusia. El día siguiente, el Soviet Supremo de la URSS, el cuerpo gubernamental más alto de la Unión Soviética, reconoció el desplome de la Unión Soviética y se disolvió. Esto es reconocido generalmente como la disolución final de la Unión Soviética como un estado. Muchas organizaciones como el Ejército Rojo y la policía continuaron quedándose en el lugar hasta principios del año 1992, pero fueron eliminadas progresivamente y/o retiradas o absorbidas por los estados nuevamente independientes.

Gobierno y política

Gobierno y política de la Unión Soviética:


Cartel propagandístico soviético, ilustra a Lenin "limpiando" el mundo de las burguesías, de los reyes, mentirosos e imperialistas simbológicamente, glorificando así el socialismo.
La Unión Soviética se creó en 1922. Al principio se crearon algunos organismos; sin embargo, el nuevo Estado no se institucionalizó hasta la aprobación en 1924 de una nueva constitución. La Constitución de 1924 establecía unas bases fundamentales del Estado. El órgano legislativo superior era el Soviet Supremo, elegido mediante sufragio universal y formado por dos cámaras: el Soviet de la Unión y el Soviet de las Nacionalidades. La primera de las cámaras ejercía las tareas propias de un parlamento. El Soviet de las Nacionalidades estaba formado por representantes de las diversas repúblicas federadas y autónomas, en un número determinado por la ley. Otra fuente de poder parlamentario era el Congreso de los soviets, que se reunía anualmente y estaba formado por representantes de diversos soviets de la Unión Soviética. La Jefatura de Estado estaba encarnada en un órgano colectivo: el Comité Ejecutivo Central de toda la Unión. El Gobierno lo ejercía un Consejo de Comisarios del Pueblo. Ambos órganos eran elegidos por el Soviet Supremo. Hasta su muerte en 1924, el Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo fue Lenin. En la Constitución de la Unión Soviética de 1924 se incluyó por primera vez la estructura federal de la Unión Soviética y el derecho de las repúblicas federadas a separarse de la URSS y establecerse como Estados independientes. No se daba al partido una función relevante en el Estado, como si se haría más tarde en las demás constituciones.
La Unión Soviética fue una república federal basada en quince repúblicas unidas en una unión teóricamente voluntaria. A su vez, una serie de unidades territoriales formaban las repúblicas. Las repúblicas tuvieron también jurisdicción pensada para proteger los intereses de minorías nacionales. Las repúblicas tenían sus propias constituciones, que, junto con la Constitución de la Unión, proporcionaban la división teórica del poder en la Unión Soviética. Todas las repúblicas menos la RSFS de Rusia tuvieron sus propios partidos comunistas. En 1989, sin embargo, el PCUS y el gobierno central se apropiaron toda autoridad significativa, estableciendo las políticas que debían ejecutar los gobiernos de las repúblicas, provincias, oblasts, y distritos.

Gobernantes de la Unión Soviética


Lista de gobernantes de la Unión Soviética:

La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas fue un estado socialista federal compuesto por quince repúblicas, creado el 30 de diciembre de 1922 y disuelto el 25 de diciembre de 1991. Si bien la jefatura de Estado y de gobierno eran cargos diferenciados, buena parte del poder político recaía en el Secretario General del Partido Comunista (PCUS) y otros miembros de su Comité Central.
De hecho, era común que el Secretario General del Partido fuera Presidente del Presidium, Jefe de Estado o Presidente del Consejo de Ministros (Jefe de Gobierno). Hasta Nikita Jrushchov fue costumbre que el líder del partido estuviera directamente a cargo del poder ejecutivo, pero a partir su sucesor Leonid Brézhnev ocuparon la jefatura de Estado. La prensa occidental por lo general hacía caso omiso de estas distinciones y llamaba al líder político Presidente de la Unión Soviética o Primer Ministro de la Unión Soviética, aunque estos cargos no existieron oficialmente hasta los últimos meses del gobierno de Mijaíl Gorbachov.
El cargo de Secretario General del Partido no fue creado hasta el mes de abril de 1922 y se convirtió en el máximo puesto tras la muerte de Lenin, ideólogo de la Revolución de Octubre y principal dirigente bolchevique. Entre marzo de 1953 y el 8 de abril de 1966 el cargo se llamó Primer Secretario. A partir de esa fecha y hasta el 14 de marzo de 1990 el cargo volvió a denominarse Secretario General del PCUS.

Relaciones Internacionales de la Unión Soviética:


Mapa de los estados miembro del Pacto de Varsovia.
Tras la inicialmente negación por parte del mundo capitalista del reconocimiento diplomático, la Unión Soviética llegó a tener relaciones oficiales con la mayoría de las naciones del mundo a finales de los años 80. La Unión Soviética también había aumentado su importancia en la esfera internacional, desde estar fuera de organizaciones y negociaciones internacionales, a ser uno de los árbitros del destino de Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Como miembro de las Naciones Unidas desde su fundación en 1945, la Unión Soviética se convirtió en uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que le dio el derecho de veto de sus resoluciones ( ver Unión Soviética y las Naciones Unidas).


Mapa del estado miembro de la Comecon en noviembre de 1986 miembros miembros que no han participado asociados observadores
La Unión Soviética emergió de la Segunda Guerra Mundial como una de las dos potencias principales del mundo, una posición mantenida durante cuatro décadas a través de su hegemonía en Europa Oriental (véase bloque del este), fuerza militar, ayuda a los países en vías de desarrollo, e investigación científica, especialmente en tecnología espacial y armamentística. La influencia cada vez mayor de la Unión Soviética en el exterior en los años de la posguerra ayudó a conducir a un sistema comunista a los estados de Europa Oriental, unidos por acuerdos militares y económicos. Alcanzó al Imperio Británico como superpotencia global, tanto en su sentido militar como en su capacidad de expandir su influencia más allá de sus fronteras. Establecido en 1949 como bloque económico de los países comunistas conducidos por Moscú, el soviéticamente dominado Consejo de Ayuda Mutua Económica (COMECON) sirvió como marco para la cooperación entre las economías planificadas de la Unión Soviética, y, más adelante, para la cooperación comercial y económica con el tercer mundo. La contraparte militar al COMECON era el pacto de Varsovia. La economía soviética era también de gran importancia para la Europa Oriental debido a las importaciones de recursos naturales vitales de la URSS, como el gas natural.


Firma por Leonid Brézhnev y Jimmy Carter de los acuerdos SALT II el 18 de junio de 1979 en Viena.
Moscú consideraba a Europa Oriental una zona excelente para defender sus fronteras occidentales y aseguró su control en la región transformando los países de Europa del Este en estados satélites, algo así como los EE UU con la Europa Occidental. Las tropas soviéticas intervinieron en la Revolución Húngara de 1956 y citaron la doctrina de Brezhnev, la contraparte soviética a las doctrinas estadounidenses de Johnson y Nixon (posterior a la de Johnson), y ayudaron a expulsar al gobierno checoslovaco en 1968, lo que es designado a veces como "el resorte de Praga".
A finales de los años 50, una confrontación con China con respecto al acercamiento de la URSS con el oeste que Mao percibió, sumada al revisionismo de Jrushchov condujo a la Ruptura Sino-Soviética. Esto dio lugar a una rotura a través del movimiento comunista global y a regímenes comunistas en Albania y Cambodia que elegían aliarse con China en lugar de la URSS. Por una época, la guerra entre los aliados anteriores parecía ser una posibilidad; mientras que las relaciones se refrescarían durante los años 1970, no volverían a la normalidad hasta la era de Gorbachov.
Durante el mismo período, una confrontación tensa entre la Unión Soviética y los Estados Unidos sobre el despliegue soviético de misiles nucleares en Cuba durante la Crisis de los misiles de Cuba.
El KGB (Comité para la Seguridad del Estado) sirvió en cierto modo como la contraparte soviética a la Oficina de la Investigación Federal y a la Agencia de Inteligencia Central de los Estados Unidos Funcionó con una red masiva de informadores a través de la Unión Soviética, que fue utilizada para supervisar las violaciones de la ley. La rama exterior del KGB fue utilizada para recoger información en países alrededor del globo. Después del derrumbamiento de la Unión Soviética fue sustituido en Rusia por el SVR (Servicio de Inteligencia Extranjera) y el FSB (Servicio Federal de Seguridad de la Federación Rusa).
El KGB no estaba sin control. El GRU (Directorio Principal de Inteligencia), que no fue hecho público por la Unión Soviética hasta el final de la era soviética durante la perestroika, fue creado por Lenin en 1918 y sirvió como órgano centralizado de la inteligencia militar y como controlador institucional para la energía con relativamente menos restricción que el KGB. Con eficacia, sirvió para espiar a los espías, y, curiosamente, el KGB sirvió una función similar con el GRU. Como el KGB, el GRU funcionó en otras naciones alrededor del mundo, particularmente en los estados del bloque soviético y países satélites. El GRU continúa funcionando aún en Rusia, con unos recursos que exceden los del SVR según algunas estimaciones.


El presidente Ronald Reagan y el secretario general del PCUS Mijaíl Gorbachov en la primera cumbre de Ginebra (1985).
En los años 70, la Unión Soviética alcanzó una paridad nuclear aproximada con los Estados Unidos. Percibió su propia implicación como esencial para la solución de cualquier problema internacional importante. Mientras tanto, la Guerra Fría dejó paso a la distensión y a un patrón más complicado de las relaciones internacionales en las cuales el mundo no estuvo claramente dividido en dos bloques opuestos. Los países menores tenían más capacidad de afirmar su independencia, y las dos superpotencias reconocieron su interés común en intentar controlar la extensión y la proliferación de armas nucleares (véase SALT I, SALT II, y el Tratado sobre Misiles Anti-Balísticos).
Durante este tiempo, la Unión Soviética había concluido tratados de amistad y de cooperación con un buen número de estados no comunistas en el mundo, especialmente en el tercer mundo y en estados del movimiento de los no aliados como la India y Egipto. A pesar de algunos obstáculos ideológicos, Moscú aumentó su interés por ganar posiciones estratégicas importantes a través del tercer mundo. Además, la Unión Soviética continuó proporcionando ayuda militar para los movimientos revolucionarios en el tercer mundo. Por todas estas razones, la política exterior soviética era de gran importancia para el mundo no comunista y ayudaba a determinar el tenor de relaciones internacionales.
Aunque innumerables burocracias estuvieron implicadas en la formación y la ejecución de la política exterior soviética, las pautas principales de la política fueron determinadas por el Politburó del partido comunista. Los primeros objetivos de la política exterior soviética habían sido el mantenimiento y el realce de la seguridad nacional y el mantenimiento de la hegemonía en Europa Oriental. Las relaciones con los Estados Unidos y la Europa occidental eran también una preocupación importante para los regidores soviéticos, y las relaciones con los estados del tercer mundo fueron por lo menos parcialmente determinadas por la proximidad de cada estado a la frontera soviética y a las estimaciones soviéticas de su significación estratégica.


Tropas soviéticas retirándose de Afganistán en 1988.
Después de que Mijaíl Gorbachov sucediera a Konstantín Chernenko como Secretario General del PCUS en 1985 introdujo muchos cambios en la política exterior soviética y en la economía de la URSS. Gorbachov persiguió políticas conciliatorias hacia el oeste en vez de mantener el statu quo de la guerra fría. La Unión Soviética terminó su ocupación de Afganistán, firmó tratados estratégicos de reducción de armas con los Estados Unidos, y permitió que sus aliados en Europa Oriental determinaran sus propios asuntos. La caída del muro de Berlín, que comenzó en noviembre de 1989, señaló dramáticamente el fin del imperio exterior de la Unión Soviética en la Europa central y oriental. Dos años más tarde, el imperio interno también acabó.
Después de la disolución de la Unión Soviética el 25 de diciembre de 1991, Rusia demandó ser el sucesor legal del estado soviético en la esfera internacional. A tal efecto, Rusia aceptó voluntariamente toda la deuda exterior soviética, y reclamó las propiedades soviéticas de ultramar como propias. Para prevenir conflictos subsecuentes sobre las propiedades soviéticas, los acuerdos de “variante cero" fueron propuestos a los estados nuevamente independientes según el statu quo en la fecha de la disolución (Ucrania es la única antigua república soviética que no ha entrado en tal acuerdo). También se plantearon cuestiones sobre la vigencia de los tratados que había firmado la Unión Soviética, por ejemplo el tratado de misiles antibalísticos; Rusia mantiene la posición de que esos tratados siguen en vigor, y deben ser leídos como si fuera Rusia la signataria.
Repúblicas:
Repúblicas Soviéticas:


Divisiones administrativas, 1989.
La Unión Soviética fue una federación de Repúblicas soviéticas socialistas (RSS). Las primeras Repúblicas fueron establecidas poco después de la Revolución de octubre de 1917. En aquel momento, las repúblicas fueron técnicamente independientes la una de la otra pero sus gobiernos actuaron como una confederación coordinada dirigida por el liderazgo del PCUS. En 1922, cuatro Repúblicas (RSFS de Rusia, RSS de Ucrania, RSS de Bielorrusia, y Federación Transcaucásica) se unieron en la Unión Soviética. Entre 1922 y 1940, el número de Repúblicas creció a dieciséis. Parte de las nuevas Repúblicas fue formada con territorios adquiridos, o readquiridos por la Unión Soviética, otras por división de las Repúblicas existentes. Los criterios para establecer nuevas repúblicas fueron así:
1. estar localizado en la periferia de la Unión Soviética para ser capaz de ejercitar su derecho a la secesión;
2. ser suficientemente fuerte económicamente como para sobrevivir por sí mismos en caso de secesión;
3. ser denominada a partir de una etnia dominante de por lo menos un millón de personas.
El sistema se quedó casi igual después de 1940. No fueron establecidas nuevas republicas. Una república, República Socialista Soviética Carelo-Finesa, fue disuelta en 1956, y el territorio llegó a ser formalmente la República Socialista Soviética Autónoma de Carelia dentro del RSFS de Rusia. Quedaron 15 repúblicas hasta 1991. Aunque las constituciones soviéticas establecieran el derecho de una república a separarse, se quedó en teórico y muy improbable dado el centralismo soviético, hasta 1991 con el desplome de la Unión. En aquel momento, las repúblicas llegaron a ser países independientes, con alguna todavía floja organización bajo el título de Comunidad de Estados Independientes. Algunas repúblicas que tenían en común la historia o la región geográfica, fueron denominadas por nombres de grupo; éstas fueron las Repúblicas bálticas, las Repúblicas Transcaucásicas, y las Repúblicas de Asia Central. En su estado final, la Unión Soviética consistió en las repúblicas siguientes:
Economía:
Economía de la Unión Soviética:


La Estación Hidroeléctrica Dniéper, una de las muchas estaciones hidroeléctricas poderosas en la época de la Unión Soviética.
Antes de su disolución, la Unión Soviética era la segunda economía más grande del mundo. El gobierno estableció sus prioridades económicas por la economía centralizada, un sistema bajo el cual las decisiones administrativas, en lugar del mercado, determinan la asignación de recursos y los precios. Algunos momentos como los de Nikita Jruschov cuando afirmaba "los enterraremos" en el sentido económico fueron tomados en serio por muchos analistas.
Después de la revolución bolchevique de 1917, el país creció desde una sociedad campesina en gran parte subdesarrollada con la industria mínima a llegar a ser el segundo mayor poder industrial en el mundo. Según las estadísticas soviéticas, la producción industrial del país en el mundo creció de 5,5% a 20% entre 1913 y 1980. Aunque algunos analistas occidentales consideran estos datos hinchados, el logro soviético fue notable. Recuperando los acontecimientos calamitosos de la Segunda Guerra Mundial, la economía del país había mantenido una tasa continua aunque desigual de crecimiento. El nivel de vida, aunque todavía modesto para la mayoría de los habitantes según los estándares occidentales, había mejorado.
Aunque estos logros pasados fueran impresionantes, a principios de los años 1980 líderes soviéticos encararon muchos problemas. La producción en los bienes de consumo en el país soviético y los sectores agrícolas fueron a menudo inadecuados (véase Economía de penuria). La crisis en el sector agrícola cosechó consecuencias catastróficas en los años 1930, cuando la colectivización encontró la resistencia esparcida de los Kulaks, teniendo como resultado una lucha amarga de muchos campesinos contra las autoridades, y contra el hambre artificial, especialmente en Ucrania (véase Holodomor), pero también en el área del Río Volga y Kazajistán. Una falta de inversión en consumo y sectores terciarios tuvo como resultado comercios clandestinos en mercados negros en algunas áreas.


La MIR fue una de las estaciones espaciales más avanzadas construida por la humanidad hasta la consolidación de la Estación Espacial Internacional.
Además, desde los años 1970, la tasa de crecimiento había aflojado substancialmente (véase crecimiento extenso). El desarrollo económico extenso, basado en entradas vastas de materias y trabajo, no fue ya posible; mas la mejora de la productividad soviética se quedó baja comparada con otros países industrializados mayores. La calidad del producto necesitó la mejora. Los líderes soviéticos encararon un dilema fundamental: los fuertes controles centrales de una burocracia cada vez más conservadora que había dirigido tradicionalmente el desarrollo económico habían fallado en responder a las demandas complejas de la industria de una economía sumamente desarrollada y moderna.
Conociendo las debilidades de sus enfoques pasados para resolver nuevos problemas, los líderes del final de la década de los ochenta procuraron moldear un programa de reforma económica para galvanizar la economía. El liderazgo, encabezado por Mijaíl Gorbachov, experimentaba con soluciones a problemas económicos con una franqueza (Glásnost) nunca antes vista en la historia de la economía. Un método para mejorar la productividad pareció estar en un refuerzo del papel de fuerzas de mercado. Mas las reformas en las que las fuerzas del mercado asumían un papel más grande significaba disminuir la autoridad y el control por la jerarquía de la planificación, así como una disminución significativa de servicios sociales tradicionalmente proporcionado por el estado, como albergue y la educación.
Valorar los desarrollos en la economía fue difícil para observadores occidentales. El país tenía enormes disparidades económicas y regionales. Pero analizar los datos estadísticos diferenciados por región era un proceso incómodo. Además, la estadística soviética por sí misma quizás habría sido de uso limitado a analistas occidentales porque no era directamente comparable con la utilizada en países occidentales. El diferir de los conceptos estadísticos, las valoraciones, y los procedimientos utilizados por economistas comunistas y no-comunistas hizo que aún los datos más básicos, tal como la productividad relativa de varios sectores, fuera difícil de valorar. Después de la disolución de la Unión Soviética, por lo menos, fue posible valorar relativamente Rusia y los Estados Unidos repecto a sus deudas públicas. El 28 de agosto de 2007, los funcionarios del tesoro de los Estados Unidos valoraron la deuda soviética anterior a 70 mil millones de dólares, mientras que la de Estados Unidos superaba los 9 billones de dólares.
Ver: Consejo de Ayuda Mutua Económica
Geografía:
Geografía de la Unión Soviética:
La Unión Soviética ocupó la porción oriental del continente europeo y la porción septentrional del continente asiático. La mayor parte del país quedaba al norte de 50° de latitud norte y cubría un área total de aproximadamente 22.402.200 kilómetros cuadrados (8.649.500 millas cuadradas). Debido al gran tamaño del estado, el clima variaba mucho, desde subtropical y continental a subártico y polar. El 11% de la tierra era cultivable, 16% eran praderas y pasto, el 41% bosque, y 32% fue declarado como "otros" (incluyendo la tundra).
La Unión Soviética medía unos 10.000 kilómetros (6.200 m) desde Kaliningrado, en el oeste, a la Isla de Ratmanova (Islas Diómedes), en el Estrecho de Bering, aproximadamente el equivalente a la distancia de Edimburgo, Escocia, al este de Nome, Alaska. Desde la punta de la Península de Taimir, en el Océano Ártico, al pueblo de Asia Central de Kushka, cerca de la frontera afgana, hay casi 5.000 kilómetros (3.100 millas) de terreno, en su mayor parte escabroso e inhóspito. La anchura total de los Estados Unidos continentales quedaría comprendida entre las extremas fronteras septentrional y meridional de la Unión Soviética.





Demografía:
Demografía de la Unión Soviética:


Divisiones étnicas de la Unión Soviética.
La Unión Soviética fue uno de los de los países con más diversidad étnica en el mundo, con más de 150 etnias claras dentro de sus fronteras. La población total fue estimada en 293 millones de habitantes en 1991, habiendo sido el tercer país más poblado en el mundo después de China e India durante décadas. En los últimos años de la Unión Soviética, las etnias del país fueron: los rusos (50,78%), seguidos por los ucranianos (15,48%), uzbecos (5,84%). Otros grupos étnicos incluyen armenios, bielorrusos, georgianos, alemanes, osetios, rumanos, moldavos, tayikos, griegos, húngaros, polacos, gitanos, lituanos, búlgaros, letones, turcos, tártaros, baskires, chinos, chuvasios, judíos, kazajos, azerbaiyanos, pueblos caucásicos, pueblos urálicos, mongoles, tártaros, tuvanos, pueblos semíticos, yakutos, ketos, coreanos, cubanos, sólo el 1,6% de la población no proviene de Rusia. Principalmente a causa de diferencias en índices de natalidad entre las nacionalidades soviéticas, la proporción de la población rusa fue constantemente disminuyendo en el período de la Postguerra
Nacionalidades:
El extenso estado multinacional que los bolcheviques heredaron después de su revolución fue creado por la expansión zarista durante casi cuatro siglos. Algunos grupos de naciones se unieron voluntariamente al estado, pero la mayoría fue unida a la fuerza. Generalmente, los rusos y la mayoría de la población no rusa del imperio compartieron poco en cuanto a cultura, religión e idioma. Muy a menudo, dos o más nacionalidades diversas fueron colocadas en el mismo territorio. Por lo tanto, los antagonismos nacionales se desarrollaron con los años no sólo contra los rusos, sino a menudo entre algunas de las naciones sujetas también.


Evolución demográfica de la Unión Soviética:
Durante cerca de setenta años, los líderes soviéticos habían mantenido que las fricciones entre las muchas nacionalidades de la Unión Soviética habían sido erradicadas y que la Unión Soviética consistía en una familia de naciones que vivían armoniosamente juntas. No obstante, el fermento nacional que sacudió cada rincón de la Unión Soviética en los años ochenta probó que setenta años de gobierno comunista habían fracasado en la erradicación de las diferencias nacionales y étnicas y que las religiones y culturas tradicionales reemergerían a la más pequeña oportunidad. Esta realidad que enfrentaban Gorbachov y sus colegas significó que, ante la poca confianza en el tradicional uso de fuerza, tuvieran que encontrar soluciones alternativas a fin de evitar la desintegración de la Unión Soviética.
Las concesiones otorgadas a las culturas nacionales y la autonomía limitada tolerada en las repúblicas de la Unión durante los años veinte llevaron al desarrollo de élites nacionales y a un elevado sentido de identidad nacional. La represión subsecuente y la rusificación provocaron el resentimiento contra la dominación por parte de Moscú y promovieron el posterior crecimiento de la conciencia nacional. Los sentimientos nacionales fueron exacerbados en el estado multinacional soviético por la competencia incrementada por los recursos, servicios y trabajos.
Grupos religiosos:


La Catedral de San Basilio ubicada en la plaza roja en Moscú fue el máximo icono de la religión en la Unión Soviética.
El Estado fue separado de la Iglesia por el Decreto del Consejo de Comisarios del Pueblo el 23 de enero de 1923. Las cifras oficiales del número de creyentes religiosos en la Unión Soviética no estaban disponibles en 1989. Pero según varias fuentes soviéticas y occidentales, alrededor de un tercio de la gente de la Unión Soviética, un estado oficialmente ateo, profesaba alguna creencia religiosa. El Cristianismo y el Islam se disputaban la mayoría de los creyentes. Los cristianos pertenecían a varias Iglesias: la Ortodoxa, que tenía el número más grande de seguidores; la Católica; la Baptista y varias otras ramas protestantes. Hubo muchas iglesias en este país (7.500 Iglesias Ortodoxas Rusas en 1974). La mayoría de los fieles de la fe islámica eran sunitas. El judaísmo tuvo también muchos seguidores. Hubo otras religiones practicadas por un número relativamente pequeño de creyentes, incluido el budismolamaísmo y chamanismo (una religión basada en el espiritualismo primitivo). El papel de la religión en la vida diaria de los ciudadanos soviéticos varió enormemente. Ya que los dogmas religiosos islámicos y los valores sociales de los musulmanes están estrechamente interrelacionados, la religión pareció tener una mayor influencia en los musulmanes que en los cristianos u otros creyentes. Dos tercios de la población soviética, sin embargo, no tenían creencias religiosas. Cerca de la mitad de la gente, incluyendo a miembros del PCUS y oficiales de alto nivel del gobierno, profesaban el ateísmo. Por lo tanto, para la mayoría de los ciudadanos soviéticos, la religión parecía irrelevante.
Cultura:
Cultura de la Unión Soviética:


La estatua Obrero y koljosiana en una exhibición soviética en el Centro Panruso de Exposiciones.
La cultura soviética pasó por varias etapas durante los 70 años de su existencia. Durante los primeros once años de Revolución (1918–1929), hubo una relativa libertad y los artistas experimentaron con varios estilos diferentes en un esfuerzo de encontrar un estilo artístico soviético distintivo. Lenin quiso que el arte fuera accesible al pueblo ruso. El gobierno alentó una variedad de tendencias. En el arte y la literatura, numerosas escuelas, unas tradicionales y otras radicalmente experimentales, proliferaron. Los escritores comunistas Máximo Gorki y Vladímir Mayakovski estuvieron activos durante este período. El cine recibió el apoyo del Estado; muchos de los mejores trabajos del cinematógrafo Serguéi Eisenstéin datan de este período.
Más tarde, durante la era de Iósif Stalin, la cultura soviética fue caracterizada por el apoyo del gobierno al realismo socialista, con el resto de las tendencias seriamente reprimidas, con raras excepciones (por ejemplo los trabajos de Mijaíl Bulgákov).
Después del deshielo de Jruschov en los años 50 y 60, la censura disminuyó (pero nunca se eliminó completamente). La mayor experimentación en formas de arte llegó a estar permitida de nuevo, con el resultado de que trabajos críticos más sofisticados y sutiles comenzaran a ser producidos. El régimen aflojó su énfasis en el realismo socialista; así, por ejemplo, muchos protagonistas de las novelas del autor Yuri Trífonov se refirieron a problemas de la vida de cada día más bien que a la construcción del socialismo. Una literatura disidente subterránea, conocida como samizdat, se desarrolló durante este último período. En la era de Jruschov la arquitectura se centró sobre todo en un diseño funcional en contraste con el estilo altamente adornado de la época de Stalin.

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