viernes, 26 de junio de 2009

LENIN




Lenin (ruso) es el seudónimo de Vladímir Ilich Uliánov (ruso; Simbirsk, Rusia, 10 de abriljul./ 22 de abril de 1870greg. – Gorki, 21 de enero de 1924), dirigente revolucionario ruso y líder bolchevique. Fue el primer presidente del Gobierno soviético (el Consejo de Comisarios del Pueblo) de la Unión Soviética, elegido en el II Congreso de los Soviets de diputados obreros y soldados de toda Rusia el 25 de octubre.
Fue autor de un conjunto teórico y práctico basado en el marxismo para la situación política, económica y social de Rusia de principios del siglo XX. Posteriormente fue llamado leninismo, y actualmente se reconoce esta línea política y de acción como marxismo-leninismo.
Lenin fue uno de sus seudónimos revolucionarios. Se supone que eligió este nombre como oposición a Georgi Plejánov, quien usaba el seudónimo Volgin, por el río Volga. Uliánov, según esta tesis, eligió el río Lena, que es más largo y circula en la dirección opuesta. En cualquier caso, Plejánov parece que tuvo una influencia significativa sobre Lenin en aquella etapa de su vida, de forma que la veracidad de esta explicación aún está sujeta a dudas. Existen otras teorías sobre el origen de su nombre, ya que el mismo Lenin nunca explicó por qué lo escogió. En Occidente se le ha llamado algunas veces de forma errónea como Nikolái Lenin, aunque nunca fue llamado así en Rusia.

Vladímir Uliánov (Lenin) en 1887.



Nacido en Simbirsk, Rusia, hijo de Iliá Nikoláyevich Uliánov (1831-1886), un funcionario civil ruso, director de escuelas, y más tarde Consejero de Estado del zar Nicolás II , puesto en el que trabajó para incrementar la democracia y extender la educación gratuita en Rusia. Con numerosos hermanos, entre ellos Aleksandr (de tendencia anarquista), quien fue ejecutado en 1887 por atentar contra el zar Alejandro III.
Como muchos rusos, fue una mezcla entre la etnia y las tradiciones religiosas. Tenía ascendencia calmuca por parte de su padre, de alemanes del Volga por parte de su abuela materna que eran luteranos y ascendencia judía por su abuelo materno (convertido al cristianismo). El mismo Vladímir Ilich Uliánov fue bautizado por el rito de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Fiódor Kérenski (director del liceo de Simbirsk) era padre del famoso Aleksandr Kérenski, quien iba a ser más adelante el Primer Ministro del Gobierno Provisional derrocado durante la revolución bolchevique.
Vladímir se distinguió en el estudio del latín y el griego. Pasó por dos tragedias en su juventud: en 1886, su padre murió de una hemorragia cerebral. Al año siguiente, en mayo de 1887, su hermano mayor, Aleksandr Uliánov, fue detenido y fusilado. Aleksandr Kérenski escribió que «la ejecución de un hermano como Aleksandr Uliánov hubiera tenido necesariamente un efecto demoledor y destructivo sobre cualquier mente normal». Sin embargo, según el historiador Robert K. Massie, el efecto que tuvo la muerte de su hermano es un tema discutible.



Su actividad política antes de la Revolución Rusa:


El mismo año de la ejecución de su hermano Aleksandr, Lenin termina sus estudios en el liceo de Simbirsk (con medalla de oro). En junio, ingresa en la Facultad de Derecho de la Universidad de Kazán, donde se traslada con toda su familia.
En Kazán, Lenin entra en contacto con círculos revolucionarios y es detenido en diciembre del mismo año. Al día siguiente, dirige la siguiente carta al rector de la Universidad:
Considerando que no es posible continuar mis estudios en la Universidad en las actuales condiciones de la vida universitaria, tengo el honor de suplicar humildemente a Su Excelencia que disponga mi exclusión como estudiante de la Universidad Imperial de Kazán.1
El 7 de diciembre de 1887, Lenin es deportado a Kokúshkino, una aldea en la provincia de Kazán, y puesto bajo vigilancia policial.
Rechazadas por las autoridades sus peticiones de readmisión en la Universidad de Kazán, así como de cursar estudios en el extranjero, al final obtiene el permiso para regresar a Kazán en octubre. De nuevo en Kazán, Lenin se ocupa en el estudio de El capital de Karl Marx, e ingresa en un círculo marxista organizado por N. E. Fedoséyev. El año siguiente, instalado en Samara, es detenido en relación con su pertenencia a este círculo.
En junio de 1890, y tras varias solicitudes rechazadas, se le autoriza a examinarse como externo en las asignaturas de Derecho por la Universidad de San Petersburgo. En enero de 1892 consigue su diploma universitario, y ejerce como pasante de abogado en Samara. Durante este tiempo actuará como defensor en diversas causas. En julio de este año, y tras repetidas solicitudes al Tribunal Comarcal de Samara y al Departamento de Policía obtiene la certificación que le da derecho a ejercer la abogacía lo que resta del año, siéndole renovada el año siguiente. Durante este tiempo escribirá algunos textos contra los populistas (naródniki), que leerá en círculos marxistas.
En 1893 se traslada a San Petersburgo, deteniéndose en el camino en Nizhni Nóvgorod y en Moscú, donde se pone en contacto con diversos grupos marxistas. En San Petersburgo ejerce como pasante. Ese año escribe Acerca de la llamada cuestión de los mercados, que lee en los círculos marxistas.
En 1894 se traslada a Moscú, donde continuará su relación con los círculos marxistas y obreros, y seguirá trabajando en el plano teórico en contra de las ideas de los populistas. Contra ellos escribe sus obras Quiénes son los "amigos del pueblo" y cómo luchan contra los socialdemócratas (1894) y El contenido económico del populismo y su crítica en el libro del señor Struve (1894-1895).
Por esta época comienzan sus primeros viajes por Europa, analizando los procesos revolucionarios del Viejo Continente. En 1896, sus actividades revolucionarias le ocasionarán el encarcelamiento y su destierro a Siberia (en 1897) donde pasará tres años de su vida. En Siberia, en 1898, contraerá matrimonio con Krúpskaya. También dedicará este tiempo a redactar su voluminoso trabajo.



El desarrollo del capitalismo en Rusia.





En 1903, presentará sus tesis en el Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, que servirán para establecer un primer distanciamiento entre la fracción bolchevique y la menchevique. Posteriormente, durante la revolución de 1905, viajará desde Suiza en un tren oculto, para intentar extender el fuego revolucionario, y al no conseguirlo, optará por exiliarse en Finlandia, para pasar después una vez más a Suiza.
En el clima de reacción de los años posteriores a la revolución fallida de 1905, empezó a ejercer influencia entre los círculos socialistas rusos y alemanes una nueva filosofía, el empiriocriticismo. Sus principales representantes fueron Mach y Avenarius. Se trataba de una filosofía pretendidamente marxista, que buscaba abandonar el materialismo inspirándose en la reciente crisis de la física y en filosofías basadas en el método científico, como el positivismo. El enfrentamiento de Lenin a esta filosofía, que calificaba de idealista y de sucesora del berkeleísmo, se concretó en una de sus más importantes obras filosóficas: Materialismo y empiriocriticismo (1908).

Lenin y la revolución de 1917:

Con el inicio de la Primera Guerra Mundial su figura política se expande, al propugnar la oposición de la socialdemocracia alemana a la misma, y le convierte en una figura clave en Rusia, cuando la evolución de la contienda se muestra abiertamente desfavorable para su país. Tras la inesperada revolución de febrero, que culmina en la abdicación del zar, comienza a fraguarse un proceso revolucionario que se resolvería en el mes de Noviembre (octubre por el viejo calendario).



Análisis previo de los acontecimientos de febrero:


La revolución de febrero sorprende a Lenin exiliado en Suiza. Con la escasa fuente de información de que disponen los emigrados rusos —fundamentalmente, la prensa legal—, Lenin se lanza a aventurar una explicación de sus fundamentos y causas.
En la primera de sus Cartas desde lejos, Lenin centra su explicación en dos puntos:
1. Las luchas de clases, francas y abiertas, desencadenadas en el trienio de 1905 a 1907, que permitieron acelerar los acontecimientos de febrero.
La primera revolución (1905) removió profundamente el terreno, arrancó de raíz prejuicios seculares, despertó a la vida política y a la lucha política a millones de obreros y a decenas de millones de campesinos, mostró a cada clase y al mundo entero el verdadero carácter de todas las clases (y todos los principales partidos) de la sociedad rusa, la verdadera correlación de sus intereses, de sus fuerzas, de sus medios de acción, de sus objetivos inmediatos y lejanos.2
2. La guerra mundial imperialista, como factor determinante capaz de acelerar los acontecimientos históricos y de "engendrar crisis mundiales económicas, políticas, nacionales e internacionales de una fuerza inusitada".3 Una guerra mundial orquestada por las burguesías nacionales, y que "debía transformarse en una guerra civil entre las clases enemigas".4 Este proceso ha comenzado en la revolución de febrero. La guerra mundial será decisiva para la revolución. Las presiones económicas que forzaban este conflicto entre las burguesías nacionales de Europa (y en relación con ello, la presión política de británicos y franceses), pondrán a las clases dirigentes de Rusia en un callejón sin salida, haciendo imposible una paz con Alemania. La imposibilidad de esta paz, única medida que habría podido frenar el descontento popular, impidió cualquier reconciliación de las clases en conflicto y condujo a una dualidad de poderes que sólo pudo zanjarse por medio de una revolución.
En efecto, en el primer acto de la revolución han confluido tres fuerzas:
1. La monarquía zarista, tradicionalista, "cabeza de los terratenientes feudales, cabeza de la vieja burocracia y del generalato".5
2. La burguesía, que detenta el verdadero poder económico, y que se ha organizado con rapidez desde 1905.6
3. El Soviético.
En marzo, bajo presiones de los generales y oficiales del ejército, Nicolás II abdicó y se formó un gobierno provisional de tipo burgués. Ambos acontecimientos fueron forzados por la necesidad de que un gobierno moderado aplacase los vientos de subversión y otorgase algunas concesiones, a cambio de seguir sosteniendo la guerra con los alemanes. Pero, como apunta Lenin, la abdicación del zar no suponía de hecho una contradicción en el régimen (en todo caso, se trataba de un desencuentro meramente transitorio) sino más bien un cierre de filas entre la burguesía que reclamaba su hora, y las fuerzas representadas por la monarquía. En la práctica, pese a su discurso republicano, la burguesía necesitaba mantener el trato con la monarquía. Por eso, la restauración aún amenazaba en el horizonte.
Frente a las fuerzas del gobierno y de la monarquía, Lenin apuesta aquí por el Soviet. El gobierno provisional es incapaz de ignorar los intereses tanto de la burguesía rusa como del capital extranjero representado por los gobiernos de la Entente). Por tanto, es incapaz de firmar una paz con Alemania. El gobierno provisional tampoco puede enfrentarse a los terratenientes y entregar la tierra a los campesinos y a los obreros del campo.
Siendo así, la única salida posible para esta situación pasa por el Soviet, el único garante por entonces (y mientras durase la dualidad de poderes) de la libertad popular, y que mantiene al gobierno a la defensiva ofreciendo concesiones que intenten paliar el descontento y la miseria que la guerra mundial aún provoca.
En definitiva, en esta época Lenin piensa en los siguientes términos:
· expulsados los Románov, tenemos un Estado de corte burgués similar a los de la Europa occidental (e igualmente militarista);
· este Estado burgués, sin embargo, se encuentra con las manos atadas porque existe una institución popular, el Soviet, que en Petrogrado detenta el verdadero poder y contra el que el Estado es incapaz de imponerse mediante la represión;7
· este poder, sin embargo, ha cedido voluntariamente hasta ahora el poder del Estado a la burguesía;
En estas condiciones, la minoría bolchevique debe abogar porque el Soviet avance definitivamente hacia la apropiación del poder del Estado.



Regreso a Petrogrado:

Lenin llega a Petrogrado la noche del 3 de abril de 1917: el día siguiente presenta, sin apenas conocimiento de la situación concreta en el territorio ruso y por su cuenta y riesgo, sus célebres Tesis de abril.
En estas tesis, Lenin aborda las siguientes cuestiones:
· Rechazo la guerra imperialista, sometida a los intereses del capital. Estos mismos intereses hacen imposible una paz que sea realmente democrática, no impuesta por la fuerza, y sin anexiones.
· En Rusia se ha pasado de la primera etapa de la revolución (que da el poder a la burguesía) a la segunda, que debe poner ese poder en manos del proletariado y de los campesinos pobres.
· Desenmascarar el Gobierno Provisional como gobierno de capitalistas, y negarles todo apoyo.
· Reconocimiento de que el Partido se encuentra en minoría en los Soviets. Necesidad por tanto de explicar y difundir sus posturas, desde una minoría crítica.
· Reivindicación no de una república parlamentaria, sino de una república de los Soviets. Dentro de la cual se supriman policía, ejército y burocracia, sin que la remuneración de todos los funcionarios exceda nunca el sueldo de un obrero cualificado.
· Reforma agraria. Confiscación de las tierras de los terratenientes. Nacionalización de todas las tierras que se pondrán a disposición de los Soviets locales.
· Fusión de los bancos en un banco único bajo el control de los Soviets.
· Prioridad del control democrático de la producción y distribución por parte de los Soviets, antes que "implantación" inmediata del socialismo.
· Como tareas del Partido: Celebración de un nuevo Congreso. Modificación del programa en relación con la posición ante el imperialismo y ante el Estado, y reforma del programa mínimo. Cambio de denominación del Partido, que ha de pasar de "socialdemócrata" a la de Comunista.
En este momento, Lenin se encuentra completamente solo. El ala derecha de su partido lo acusa de anarquismo, de aventurerismo y de apelar a una guerra civil. El ala izquierda se apropia de las Tesis para convertirlas en un programa inmediato para derrocar al gobierno provisional. En realidad, por las circunstancias en que se pronunciaron y por la actitud posterior del propio Lenin (que se alió con esa ala derecha y en contra de los izquierdistas durante la conferencia de abril del POSDR), parece más sensato inclinarse por una interpretación menos tajante. Las Tesis pretenden ir poniendo sobre la mesa un programa de medio-largo plazo, una trayectoria política que se debe ir siguiendo durante los meses posteriores.
Tras un alzamiento fallido en julio, se desatan las persecuciones y el propio Lenin tiene que huir a Finlandia, donde se encontrará hasta su regreso en octubre. Aprovechará estos meses para redactar su importante obra El Estado y la revolución, que había de sentar las bases teóricas respecto de la toma del poder del Estado, la transformación del Estado burgués en un Estado socialista (compuesto esencialmente por los órganos de masas : soviets de obreros, soldados, etc.), y la extinción de éste como paso progresivo hacia el comunismo.
A su vuelta se inicia el proceso que culminará el 7 de noviembre con la toma del palacio de Invierno. Y el 8 de noviembre Lenin fue elegido Premier de la Unión Soviética por el Congreso de los Soviets de Rusia.

Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo:

Una vez elegido Premier y ante el peligro de una invasión alemana, Lenin argumentó que Rusia debía firmar de forma inmediata un tratado de paz. Otros líderes bolcheviques como Bujarin abogaban por la continuación de la guerra como forma de fomentar la revolución en Alemania. Lev Trotski, quien lideraba las negociaciones, optaba por una postura intermedia, postulando un tratado de paz que no implicara ganancias territoriales para ninguna de las partes. Cuando las negociaciones se colapsaron, Alemania lanzó una invasión que resultó en la pérdida de muchos territorios del oeste de Rusia. Como resultado de este giro de los acontecimientos, las posiciones de Lenin obtuvieron el apoyo de la mayoría de los líderes bolcheviques, y Rusia firmó el Tratado de Brest-Litovsk en términos desventajosos (marzo de 1918). El partido bolchevique fue renombrado como Partido Comunista de Rusia (bolchevique), que posteriormente se convirtió en el Partido Comunista de la Unión Soviética.
Aceptando que los soviets eran la única forma de un gobierno obrero legítimo, Lenin abolió la Asamblea Constituyente Rusa. Los bolcheviques perdieron la votación entonces, ganando las elecciones el Partido Socialista Revolucionario, aunque dividido en facciones pro y anti soviets. Los bolcheviques, aliados con los socialrevolucionarios de izquierda, tenían el apoyo mayoritario en el Congreso de los Soviets, y formaron coalición de gobierno con el ala izquierda del Partido Socialista Revolucionario. Sin embargo, la coalición se hundió tras la oposición de los Social Revolucionarios al Tratado de Brest-Litovsk, que se unieron a otros partidos buscando derrocar al gobierno soviético. La situación degeneró con todos los partidos no bolcheviques (incluyendo los grupos socialistas) buscando de forma activa el derrocamiento del poder de los soviets.
El 30 de agosto de 1918, Fanny Kaplan, miembro del Partido Socialista Revolucionario, se aproximó a Lenin después de que éste hubiera hablado en un mitin y mientras se dirigía a su coche. Le llamó la atención y cuando Lenin se volvió a responder, le disparó tres tiros, dos de los cuales impactaron en un hombro y en un pulmón. Lenin fue transportado a sus apartamentos privados en el Kremlin y rehusó ser ingresado en un hospital, creyendo que otros asesinos podrían esperarlo allí. Se llamó a varios doctores, pero éstos decidieron que era demasiado peligroso extraer las balas. Lenin se recuperó, pero su salud se resintió a partir de este suceso y se cree que este incidente contribuyó a sus últimos infartos.
En marzo de 1919, Lenin y otros líderes bolcheviques junto a varios marxistas revolucionarios de todo el mundo crearon la Tercera Internacional, también conocida como Internacional Comunista, o Komintern, cuyos miembros, incluyendo a Lenin y a los mismos bolcheviques, se escindían del más amplio movimiento socialista identificado con la Segunda Internacional. A partir de este momento serían conocidos como comunistas.
Mientras tanto, una guerra civil asolaba Rusia. Una amplia variedad de movimientos políticos y sus seguidores tomaron las armas para apoyar o derrocar al gobierno soviético. A pesar de que había muchas facciones diferentes involucradas en la guerra civil, las dos fuerzas principales fueron el Ejército Rojo formado y dirigido por Trotski (comunista) y el Ejército Blanco, formado por una relativa minoría adepta o partidaria al antiguo régimen zarista (o en algunos casos contraria al recién constituido) impulsado por poderosos líderes militares como Kolchak, Denikin y Yudénich, pero que recibiría el apoyo abrumador y decisivo de potencias extranjeras como Francia, Gran Bretaña, Canadá, Estados Unidos y Japón, además de otros 16 países, que intervendrían también en esta guerra (en apoyo del Ejército Blanco). El Ejército Rojo ganó la guerra, derrotando a las fuerzas de la Rusia Blanca y sus aliados en 1920 (a pesar de esto, algunas islotes de pequeñas tropas continuarían la lucha durante muchos años más).
En los últimos meses de 1919, los éxitos contra las fuerzas del Ejército Blanco convencieron a Lenin de que era el momento de extender la revolución hacia el Oeste, por la fuerza si fuera necesario. Cuando la recién independizada Segunda República de Polonia comenzó a asegurar sus territorios orientales, anexionados por Rusia en las particiones de Polonia a finales del siglo XVIII, se enfrentó a las fuerzas bolcheviques por la dominación de estas áreas, lo que contribuyó al estallido de la guerra Polaco-Soviética de 1919. Con la revolución alemana y la Liga Espartaquista en pleno auge, Lenin vio esto como la oportunidad perfecta para penetrar en Europa con las bayonetas del Ejército Rojo. Lenin veía a Polonia como el puente que el Ejército Rojo debía cruzar para unir la Revolución Rusa con los seguidores comunistas de la Revolución Alemana, y para ayudar a otros gobiernos comunistas en Europa Occidental. La derrota de la Rusia soviética en la guerra polaco-soviética, sin embargo, invalidó estos planes.
A estas alturas ya había conducido a la muerte o al presidio, con la colaboración de Trotski, a casi todos los anarquistas de Rusia, destruyendo además todas las organizaciones y dejando existir tan sólo algunas pequeñas agrupaciones estrechamente vigiladas. Durante la Revolución Rusa la literatura anarquista fue incinerada y locales de reunión de uniones libertarias fueron clausurados para, de ese modo, destruir todo atisbo de socialismo catalogado contrarrevolucionario. La represión ideológica le llegaría a las agrupaciones políticas, como el Partido Socialista Revolucionario, a principios de los años veinte. El anarquista ruso Volin denunció estos hechos, directamente ordenados por Lenin y Trotski, y que tuvo la oportunidad de presenciar, en su libro La Revolución Desconocida.
Los largos años de guerra se cobraron su tributo en Rusia, dejando un país en gran parte devastado, y con una economía en ruinas. La clase obrera se encontraba a sí misma en un arrollador proceso de declive; en torno a 1921 se había visto reducida a cerca de un tercio del tamaño que hubiera tenido en 1917. Muchos trabajadores y militantes habían ido abandonando durante la guerra sus fábricas para unirse al ejército rojo; una importante cifra, que jamás regresaría. Otros, que se estaban enfrentando al desempleo y a la carestía, habían vuelto a sus familias, en sus hogares, en el campo, donde al menos les aguardaba un modesto trozo de tierra mediante el cual poder alimentarse. Los Soviets, en definitiva, se habían ido vaciando.
Los Bolcheviques, por otra parte, no podían limitarse a abandonar el poder, lo cual habría dejado manos libres a la antigua clase dominante para desbaratar todo atisbo de organización que de la clase obrera había surgido. Con lo cual su alternativa no era otra que aferrarse aún al poder, y aguardar, ante un posible empuje revolucionario desde el oeste.
Ante este panorama, la economía, que poco a poco, se había ido viendo mermada, y relegada a la bancarrota, estaba agudizando la crisis, en buena parte desatada por la guerra. Esto hizo aumentar el cariz de los problemas, derivados de la misma hambruna, que llevaron a la muerte por inanición y enfermedades a miles de personas, que habían dejado de tomar parte en el poder organizado por los Soviets, generando una situación de malestar generalizado, cuyas respuestas no podían hacerse esperar. En marzo de 1921 se produjo la Rebelión de los Marinos en la base naval de Kronstadt, en las afueras de Petrogrado, donde tomaron un papel fundamental militares de tendencia anarquista, algunos de los cuales hablaban de una "tercera revolución". No obstante, aunque considerada como contrarrevolucionaria, y finalmente reprimida, fue uno de los principales elementos que condujeron al instante, en el mismo mes, al reemplazo de la política económica, adoptada durante el desarrollo de la guerra civil, denominada comunismo de guerra, por la llamada Nueva Política Económica (abreviada como NEP), en un intento por reconstruir la industria y especialmente la agricultura, y con ello finalmente la maltrecha economía, mediante la sustitución de la requisa de grano, por parte del campesinado, por un impuesto que alentase al crecimiento, y producción del mismo. A su vez, una parte de la propiedad privada fue reestablecida. Con ello, las nuevas posibilidades de comercio privado y manufactura a pequeña escala, permitían el surgimiento de una clase comerciante de hombres de negocios, que condujo a una recuperación de la economía.
Este viraje de la política económica, que rompía con el desastre, guardaba relación con el reflujo internacional de la revolución socialista, que no iba haciendo más que verse retrasada u obstaculizada, en Estados de un peso económico central, como Alemania, en el extranjero, y la necesidad de adaptarse a varios años de estabilidad capitalista cara al comercio exterior, medida esta, no obstante, planteada de un principio como de corto plazo o transitoria, y en ningún momento como una reconciliación con el capitalismo.
Lenin seguía esperando que una revolución en algún otro país permitiese levantar el asedio al que Rusia se iba viendo relegada como Estado socialista, elemento que considera central, como queda reflejado en sus escritos, ya que, para él, el proceso puesto en marcha por la revolución no debía culminar una vez llevada a cabo ésta, sino continuar prosperando, a través de sucesivas fases o etapas, en las que poco a poco fuera viéndose superada la dependencia de las antiguas infraestructuras de poder y gestión heredadas del antiguo Estado capitalista, lo que se vería enormemente obstaculizado, cuando no imposibilitado, en caso de verse relegado el socialismo a un único país aislado (como cada vez estaba más próximo a serlo Rusia). Ello se vio reflejado en la Internacional Comunista, en cuyo tercer congreso, Lenin difundió sus tesis contra lo que llamó la enfermedad infantil del "izquierdismo" en el comunismo y logró la aprobación de una política por la unidad del frente de los trabajadores. Otro punto de inflexión en la historia de la Revolución guiada por Lenin fue la rebelión anarquista de Néstor Majnó en Ucrania, que muchos autores han catalogado como "la revolución contra Lenin".
Cuando Lenin falleció, había dejado tras de sí un país arrasado, y los cimientos de la participación, los Soviets o consejos obreros, que habían convertido el centralismo económico, mediante la organización y participación directa, en un verdadero sistema democrático de control y ejercicio de la gestión y del poder, habían perdido su anterior influencia, dando paso a la burocratización de los mismos, y a la instauración, tras el surgimiento de la Unión Soviética (ó URSS).

Su prematura muerte:





La salud de Lenin había sido severamente dañada por el intolerable estrés de la revolución y la guerra. El intento de asesinato se unió a sus problemas de salud. Aún llevaba la bala en el cuello, demasiado cerca de la espina dorsal para ser extraída por las técnicas quirúrgicas de aquella época. En mayo de 1922, Lenin tuvo un primer infarto. Se quedó parcialmente paralizado (en su lado derecho) y su papel en el gobierno declinó. Tras su segundo infarto en diciembre del mismo año, se retiró de la actividad política. En marzo de 1923, tras sufrir el tercer infarto quedó postrado en la cama sin posibilidad de hablar. El 15 de mayo de 1923, siguiendo el consejo de los médicos, se trasladó del Kremlin de Moscú a 10 km al sur, al pueblo de Gorki. Después de su muerte el pueblo fue renombrado como Gorki-Leninskiye.
Lenin murió el 21 de enero de 1924 a las 18:50 hora de Moscú, a la edad de 53 años. Tras su muerte se originaron rumores de que sufría de sífilis. La causa oficial que se dio sobre la muerte de Lenin fue arterioesclerosis o infarto cerebral (el cuarto), pero de los 27 médicos que le trataron, sólo ocho firmaron las conclusiones de la autopsia. De esta forma se dio pie para que surgieran otras teorías sobre su muerte. Por ejemplo, un análisis postmortem hecho por dos psiquiatras y un neurólogo recientemente publicado en la Revista Europea de Neurología afirmaba demostrar que Lenin murió realmente de sífilis.
Documentos desclasificados tras la caída de la Unión Soviética, junto con las memorias de los médicos de Lenin, sugieren que fue tratado de sífilis ya en 1896. Estos documentos también sugieren que a Alekséi Ivánovich Abrikósov, el patólogo a cargo de la autopsia, se le ordenó probar que Lenin no murió de sífilis. Abrikósov no mencionó la sífilis en la autopsia, sin embargo, el daño vascular, la parálisis y otras incapacitaciones que citó eran típicas de la sífilis. Tras una segunda publicación del informe de la autopsia, ninguno de los órganos, arterias principales o áreas del cerebro usualmente afectadas por la sífilis eran citadas.
En 1923, los doctores trataron a Lenin con arsénico, la única droga usada entonces de forma específica para tratar la sífilis, y con yoduro de potasio, que también era típico en el tratamiento de esta enfermedad.
Aunque probablemente tuvo la sífilis, también la tenía por entonces una considerable parte de la población rusa de la época. También es cierto que no tenía las lesiones visibles en su cuerpo que acompañan a las últimas fases de la enfermedad. La mayor parte de los historiadores aún están de acuerdo en que la causa más probable de su muerte fue un infarto producido por la bala alojada en el cuello desde su intento de asesinato.
Trotski, por otra parte, en uno de sus libros plantea otra hipótesis sobre la muerte de Lenin, acusando a Stalin de ser su gestor. En esta tesis, Stalin habría envenenado a su viejo mentor por intermedio de Yagoda.9 Hasta la fecha no hay evidencia que respalde la idea de Trotski.
La ciudad de Petrogrado fue renombrada Leningrado en su honor; nombre que la ciudad conservó hasta la caída de la Unión Soviética en 1991, cuando (votado en plebiscito) recobró el viejo nombre de la época imperial, San Petersburgo.
Tras su primer infarto, Lenin publicó una serie de papeles indicando las directrices futuras para el gobierno. El más famoso de ellos es el llamado Testamento de Lenin, en el cual entre otras cosas critica a comunistas de alto rango como Lev Trotski y Iósif Stalin. De Stalin, que era Secretario General del Partido Comunista desde abril de 1922, Lenin decía que tenía la «autoridad ilimitada concentrada en sus manos, y no estoy seguro que siempre sepa utilizarlo con la suficiente prudencia.» y sugería a los camaradas sacar a Stalin de este puesto. Sobre Trotski dijo: "quizá sea el hombre más capaz del actual Comité Central, pero está demasiado ensoberbecido y demasiado atraído por el aspecto puramente administrativo de los asuntos". También advierte del peligro de que las disputas entre los dirigentes ya citados condujeran a una escisión. También pedía un mayor respeto hacia las naciones no rusas federadas en la URSS, afirmando que no hacer esto podría conducir a una actitud imperialista y, por tanto, incoherente.

El estudio del cerebro de Lenin:



El cerebro de Lenin fue extraído antes de embalsamar su cuerpo. Los gobernantes soviéticos contrataron a un conocido neurocientífico alemán, Oskar Vogt, para estudiar el cerebro de Lenin y localizar las células cerebrales responsables de su genio. Con este propósito se creó el Instituto del Cerebro en Moscú. Vogt publicó un artículo sobre el cerebro en 1929 donde exponía que algunas neuronas piramidales en la tercera capa de la corteza cerebral de Lenin eran muy largas. A pesar de ello, la conclusión de su relevancia en el genio de Lenin fue mal recibida. El trabajo de Vogt fue considerado poco satisfactorio por los soviéticos. Posteriormente el equipo soviético continuó efectuando investigaciones, pero estos trabajos sobre el cerebro de Lenin ya no fueron publicados.


La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (abreviado: URSS; en ruso: tr.: Soyuz Sovétskij Sotsialistícheskij Respublik, SSSR), o Unión Soviética fue una federación constitucional de estados socialistas, basada en la ideología comunista, que existió en Eurasia a partir de 1922, hasta su disolución en 1991.
La URSS nació como una unión de cuatro repúblicas socialistas soviéticas, formadas dentro del territorio del Imperio Ruso abolido por la Revolución Rusa de 1917, y creció a 15 "repúblicas de la unión" hacia 1956: RSS de Armenia, RSS de Azerbaiyán, RSS de Bielorrusia, RSS de Estonia, RSS de Georgia, RSS de Kazajstán, RSS de Kirguistán, RSS de Letonia, RSS de Lituania, RSS de Moldavia, RSFS de Rusia, RSS de Tayikistán, RSS de Turkmenistán, RSS de Ucrania y la RSS de Uzbekistán.
Los límites geográficos de la Unión Soviética variaron con el tiempo, pero después de las últimas anexiones territoriales principales y la ocupación de los países Bálticos (Lituania, Letonia, y Estonia), del este de Polonia, Besarabia, y algunos otros territorios durante la Segunda Guerra Mundial, desde 1945 hasta la disolución, los límites correspondieron aproximadamente a aquellos de la extinta Rusia Imperial, con las exclusiones notables de Polonia, la mayor parte de Finlandia, y Alaska.
Era a menudo referida impropiamente como Rusia, por ser su estado constituyente más grande y dominante. Desde 1945 hasta 1991, en el período conocido como Guerra Fría, la Unión Soviética y los Estados Unidos eran las dos superpotencias mundiales que dominaron la agenda global de la política económica, asuntos exteriores, operaciones militares, intercambio cultural, progresos científicos incluyendo la iniciación de la exploración espacial, y deportes (incluidos los Juegos Olímpicos).
La Unión Soviética llegó a ser el modelo de referencia para futuros estados socialistas durante la Guerra Fría. El gobierno y la organización política del país fueron definidos por un régimen de partido único, el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).
Historia
Se piensa tradicionalmente que la Unión Soviética es la sucesora del Imperio Ruso. El último zar, Nicolás II, gobernó hasta marzo de 1917 y fue ejecutado con su familia al año siguiente. La Unión Soviética fue establecida en diciembre de 1922 como la unión de las repúblicas soviéticas de Rusia (familiarmente conocida como Rusia Bolchevique), Ucrania, Bielorrusia y Transcaucasia gobernadas, las tres primeras, por partidos bolcheviques y la última por el menchevique.


Revolución y la fundación del estado soviético:


La actividad revolucionaria moderna en el Imperio Ruso comenzó con la Rebelión Decembrista de 1825, y aunque la servidumbre fue abolida en 1861, lo fue en términos desfavorables para los campesinos y sirvió para animar a los revolucionarios. Un parlamento, la Duma estatal, fue establecido en 1906, después de la Revolución de 1905, pero el malestar político y social siguió. Siendo agravado durante la Primera Guerra Mundial por el fracaso militar y la escasez de alimento en las ciudades principales.
El levantamiento popular espontáneo en Petrogrado, en respuesta al decaimiento de la economía y la moral en tiempo de guerra, culminó con el derrocamiento del gobierno imperial en marzo de 1917 (véase Revolución de Febrero). La autocracia zarista fue reemplazada por el Gobierno Provisional Ruso, cuyos líderes pensaron en establecer una democracia liberal en Rusia y continuar participando en el lado de la Triple Entente en la Primera Guerra Mundial. Al mismo tiempo, para asegurar los derechos de la clase obrera, las asambleas de trabajadores, conocidas como Soviets, nacen a lo largo de todo el país. Los bolcheviques, dirigidos por Vladimir Ilich Lenin, presionaron a favor de una revolución socialista tanto en dichas asambleas como en las calles, derrocándose al Gobierno Provisional el 7 noviembre, 25 de Octubre según el calendario juliano, de 1917 (ver Revolución de octubre), y entregándose el poder a los soviets de obreros, soldados y campesinos. Solamente tras la larga y sangrienta Guerra civil rusa de 1918–1921, durante la que se aprobó la primera Constitución soviética de 1918 y que incluyó intervención extranjera en varias regiones de Rusia se afianzó el nuevo poder soviético. Tras la Guerra Polaco-Soviética de 1919-1921, la "Paz de Riga" a principios del año 1921 dividió los territorios disputados de Bielorrusia y Ucrania entre Polonia y la RSFS de Rusia.




Unificación de las repúblicas soviéticas:


El 29 de diciembre de 1922 una conferencia de delegaciones plenipotenciarias de la RSFS de Rusia, RFSS de Transcaucasia, la RSS de Ucrania y la RSS de Bielorrusia aprobaron el Tratado de Creación de la URSS y la Declaración de la Creación de la URSS, formándose la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Estos dos documentos fueron confirmados por el primer Congreso soviético de la URSS y firmados por los cabezas de las delegaciones Mijaíl Kalinin, Mikha Tskhakaya, Mijaíl Frunze y Grigory Petrovsky, y Aleksandr Chervyakov respectivamente el 30 de diciembre de 1922. El 1 de febrero de 1924 la URSS fue reconocida por la primera potencia mundial de la época, el Imperio británico.
La reestructuración intensiva de la economía, la industria y la política del país empezaron desde los primeros días del poder soviético en 1917. Una gran parte se realizó según los Decretos Iniciales Bolcheviques, documentos del gobierno soviético, firmados por Vladimir Lenin. Uno de los adelantos más prominentes era el plan GOELRO, que propugnaba una reestructuración profunda de la economía soviética basada en la electrificación total del país. El Plan se inició en 1920, desarrollándose durante un período de 10 a 15 años. Incluyó la construcción de una red de 30 centrales eléctricas regionales, incluyendo diez grandes centrales hidroeléctricas, y la electrificación de numerosas empresas industriales. El Plan llegó a ser el prototipo para el subsiguiente Plan Quinquenal (URSS) finalizándose prácticamente en 1931.

La era de Stalin:




Después de la dura política económica llevada a cabo por los bolcheviques durante la Guerra Civil (véase Comunismo de guerra) , el gobierno soviético permitió que algunas empresas privadas coexistieran con la industria nacionalizada durante los años 1920. Del mismo modo, el requisamiento total de los excedentes alimentarios en el campo fue reemplazado por impuestos sobre los alimentos (véase Nueva Política Económica). Aunque algunas de estas medidas fueron discutidas por líderes soviéticos, se consideró necesario para evitar que la "explotación capitalista" volviera a la Unión Soviética. Los asuntos económicos constituyeron el telón de fondo en la lucha por el poder que se desencadenó entre los líderes soviéticos tras la muerte de Lenin en 1924. Consolidando gradualmente su influencia y aislando a sus rivales dentro del partido Iósif Stalin se convirtió en el líder de la Unión Soviética a mediados de los años 1920.
En 1928, Stalin introdujo el Primer Plan quinquenal destinado a construir una economía socialista. Esto, a diferencia del internacionalismo expresado por Lenin y Trotsky a través del curso de la Revolución, apuntó al socialismo en un solo país. En la industria, el estado asumió el control de todas las empresas existentes y emprendió un programa intensivo de industrialización; en la agricultura granjas colectivas fueron establecidas por todas partes en el país. Encontró la resistencia esparcida de campesinos ricos que retuvieron grano, teniendo como resultado una lucha contra las autoridades y el hambre, causando millones de muertes.
La Gran Purga de Stalin al interior del Partido Comunista eliminó a muchos "Viejos bolcheviques", que habían tomado parte en la Revolución con Lenin. Mientras tanto, innumerables ciudadanos soviéticos fueron encarcelados y enviados al Gulag, una red de campamentos de trabajo forzados. Aún a pesar de la confusión a mediados de los años 1930, la Unión Soviética desarrolló una economía industrial poderosa años antes de la Segunda Guerra Mundial.

Soldados soviéticos, luchando en las ruinas de Stalingrado, en los momentos más sangrientos de la Segunda Guerra Mundial.
Los años treinta vieron la cooperación más cercana entre los países Occidentales y la URSS, en 1933 se establecieron relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y la URSS. Cuatro años más tarde, la URSS apoyó a la República Española en la Guerra civil española contra el alzamiento de los Nacionales, apoyados por la Italia fascista y la Alemania Nazi. No obstante, después de que Gran Bretaña y Francia concluyesen los Acuerdos de Múnich con la Alemania Nazi, la URSS realizó tratos con este último también, económicamente y militarmente, concluyendo el Pacto Ribbentrop-Mólotov (pacto de no agresión nazi-soviético), que permitió la ocupación de Lituania, Letonia, Estonia y la Invasión de Polonia en 1939. A finales de noviembre en 1939, incapaz de forzar a Finlandia en el acuerdo a mover su frontera 25 kilómetros de Leningrado por medios diplomáticos, Stalin ordenó la invasión del país. En 1941 Alemania rompió el pacto de no agresión e invadió la Unión Soviética el 22 de junio de 1941. El Ejército Rojo paró la ofensiva nazi en la Batalla de Stalingrado, desde finales de 1942 hasta principios de 1943, siendo un punto decisivo del conflicto. A partir de entonces avanzó por Europa del Este hasta Berlín forzando la rendición de Alemania en mayo 1945 (véase Gran Guerra Patriótica). Aunque destrozada por la guerra, la Unión Soviética surgió del conflicto como una superpotencia reconocida.


Desfile del Ejército Rojo tras la victoria soviética sobre Alemania Nazi, cerca 1945.








Durante la posguerra inmediata, la Unión Soviética reedificó primero y entonces ensanchó su economía, al mantener su control estrictamente centralizado. La Unión Soviética ayudó la reedificación de la posguerra en los países de Europa del Este al girar ellos en estados soviéticos de satélite, fundó el Pacto de Varsovia en 1955, más tarde, el Consejo de Ayuda Mutua Económica, la ayuda suministrada a los comunistas finalmente victoriosos en China, y vio crecer su influencia en otras partes del mundo. Mientras tanto, la tensión creciente de la Guerra Fría giró a los aliados del tiempo de guerra de Unión Soviética, el Reino Unido y los Estados Unidos, como enemigos.



La Unión Soviética después de Stalin:


Iósif Stalin murió el 5 de marzo de 1953. En ausencia de un sucesor aceptable, los funcionarios más altos de Partido comunista optaron por gobernar la Unión Soviética en comité, aunque en realidad se desarrolló una lucha por el poder detrás de la fachada de liderazgo colectivo. Nikita Jrushchov, que se había impuesto en esa lucha por el poder a principios de la década de los años 1950, denunció en 1956 los excesos de Stalin. Además de esa denuncia, procedió a relajar los controles de tipo represivo que hasta entonces se ejercían sobre el Partido y la sociedad. Todo esto es lo que se ha dado en llamar desestalinización. Al mismo tiempo, la fuerza militar soviética fue utilizada para aplastar los levantamientos de cariz nacionalista que tuvieron lugar en Hungría y Polonia en 1956. Durante este período, la Unión Soviética continuó avanzando científica y tecnológicamente, lo que le permitió lanzar el primer satélite artificial Sputnik 1 y conseguir la hazaña de llevar por primera vez un ser vivo al espacio exterior: la perra Laika; posteriormente, hicieron lo propio con un humano, Yuri Gagarin, que orbitó varias veces alrededor de la Tierra y volvió sano y salvo (el viaje de Laika había sido sólo "de ida"). Valentina Tereshkova fue la primera mujer en volar al espacio a bordo del Vostok 6 el 16 de junio de 1963, y Alexei Leonov devino la primera persona en dar un 'paseo espacial' el 18 de marzo de 1965. Las reformas de Jrushchov en la agricultura y la administración, sin embargo, fueron generalmente improductivas, y la política exterior hacia China y Estados Unidos se vio envuelta en dificultades. De hecho, estos problemas se materializaron en la Ruptura Sino-Soviética, habiendo incluso momentos en los cuales soviéticos y chinos estuvieron al borde de la guerra. Nikita Jrushchov se jubiló en 1964.


Después de Jrushchov, siguió otro período de la gobierno por el Comité o mando colectivo; esto duró hasta que Leonid Brézhnev se estableció a principios de los años 1970 como la figura preeminente en la vida política soviética. Brezhnev presidió durante un período de Détente o distensión con el Oeste, sin dejar al mismo tiempo de incrementar la fuerza militar soviética; la concentración armamentística contribuyó a la desaparición de la Détente a finales de los años 1970. Otro factor que contribuyó al fin de la distensión fue la invasión soviética de Afganistán en diciembre de 1979, con el objeto de apoyar a un gobierno comunista local que se hallaba en graves dificultades.
Durante todo ese período, la Unión Soviética mantuvo la paridad con Estados Unidos en las áreas de la tecnología militar (sector en le que tenía que competir, con Occidente), pero el insumo de recursos en ese sector condujo en última instancia a la bancarrota y la parálisis de la economía (la economía soviética era mucho menor que la americana).
En agudo contraste con el espíritu revolucionario que acompañó el nacimiento de la Unión Soviética, la tónica predominante del liderazgo soviético en tiempos de la muerte de Brezhnev, en 1982, era la aversión al cambio. El largo período de gobierno a cargo de Brezhnev había acabado convirtiéndose en uno de inmovilismo o "parada", con liderazgo político envejecido (una especie de gerontocracia), falto de flexibilidad y anclado en posiciones obsoletas.
Después de algunas reformas económicas experimentales en la década de los 60, los líderes soviéticos se ciñeron nuevamente a los medios convencionalmente establecidos de gestión económica. Durante los años 60, la industria progresó de forma lenta pero estable, pero la agricultura soviética continuó retrasándose y siendo deficitaria, como siempre; en resumidas cuentas, la URSS acabó por no ser capaz de producir grano suficiente para alimentar a su creciente población, con lo cual los soviéticos se vieron obligados a importar ese artículo.
En el ámbito deportivo, la Unión Soviética organizó los Juegos Olímpicos de 1980, con sede en Moscú. Hubo un intento de boicot del evento por parte de Estados Unidos: en el marco de la Guerra Fría y en protesta por la invasión soviética de Afganistán, los norteamericanos decidieron no asistir a los Juegos Olímpicos, tratando al mismo tiempo de persuadir a sus aliados para que tampoco asistieran. En total, 65 países se abstuvieron de participar, principalmente debido a la iniciativa estadounidense.



Las reformas de Gorbachov y la disolución de la URSS:



Dos fenómenos caracterizaron la siguiente década: el desmoronamiento cada vez más evidente de las estructuras económicas y políticas de la Unión Soviética, y un conjunto poco coherente de reformas tentativas enfocadas a revertir ese proceso. Después de que se sucedieran rápidamente en el poder Yuri Andrópov y Konstantín Chernenko, figuras de transición con raíces profundas en la tradición Brezhnevita, Mijaíl Gorbachov fue designado líder de la URSS. Gorbachov comenzó a aplicar cambios significativos en la economía (véanse Perestroika (reconstrucción) y Glásnost (transparencia)) y el liderazgo del partido. La política de Glasnost permitió el acceso público a la información después de décadas de fuerte censura por parte del gobierno; también abogó por la transparencia de la gestión llevada a cabo por los líderes soviéticos.
A finales de los años 1980, las repúblicas que componían de la Unión Soviética incoaron legalmente movimientos hacia la declaración de soberanía sobre sus territorios, citando el Artículo 72 de la Constitución de la URSS, que indicaba que cualquier república integrante de la Unión Soviética era libre de separarse. El 7 de abril de 1990 fue aprobada una ley en virtud de la cual una república podía salirse de la unión si más de dos terceras partes de los residentes de la república votaban a favor de ello en un referéndum. Muchas repúblicas soviéticas liberalizaron primero las elecciones de la era soviética a fin de crear sus propias legislaciones nacionales hacia 1990. Se avanzó en la creación de una legislación que contravenía las leyes de la Unión en lo que fue conocida como "La Guerra de Leyes". En 1989, la RSFS de Rusia, que era entonces la república más grande (con cerca de la mitad de la población) convocó unas nuevas elecciones para elegir un Congreso de Diputados del Pueblo. Borís Yeltsin fue elegido presidente del Congreso. El 12 de junio de 1990, el Congreso declaró la soberanía de Rusia sobre su territorio y tomó la delantera en la elaboración de leyes que convertían en papel mojado algunas de las normas de la URSS. El período de incertidumbre legal continuó durante de 1991, año durante el cual las repúblicas integrantes de la URSS paulatinamente se independizaron a efectos prácticos.
El 17 de marzo de 1991 se celebró un referéndum que buscaba preservar la URSS. La mayoría de la población votó por la conservación de la Unión en nueve de las quince repúblicas soviéticas. Este referéndum dio a Gorbachov un balón de oxígeno y, en el verano de 1991, se diseñó un Nuevo Tratado de la Unión, llegándose a acuerdos que contentaran a ocho repúblicas que se inclinaban a convertir la Unión Soviética en una federación mucho más laxa. La firma del tratado, sin embargo, fue interrumpida por el golpe de estado de agosto dirigido contra Gorbachov por miembros marxistas extremistas del gobierno, que deseaban invertir las reformas de Gorbachov y reafirmar el control central del gobierno sobre las repúblicas de la URSS. Tras el fracaso del intento golpista, Yeltsin apareció ante el público como un héroe, mientras el poder de Gorbachov disminuyó. El equilibrio político se inclinó apreciablemente hacia las repúblicas secesionistas. De hecho, inmediatamente y todavía en agosto de 1991, Letonia y Estonia declararon la restauración de la independencia plena (siguiendo el ejemplo que había dado Lituania en 1990), mientras que las otras 12 repúblicas soviéticas continuaban discutiendo posibles modelos para una Unión cada vez más débil.
El 8 de diciembre de 1991, los presidentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia firmaron el Tratado de Belovesh que declaró la Unión Soviética disuelta y se estableció la Comunidad de Estados Independientes (CEI), en su lugar. Como quedaban dudas sobre la autoridad del Tratado de Belovesh para disolver la Unión, el 21 de diciembre de 1991, los representantes de todas las repúblicas soviéticas excepto Georgia, inclusive las repúblicas que habían firmado el Tratado de Belovesh, firmaron el Protocolo de Alma-Ata, que confirmó el desmembramiento y la extinción consecuente de la URSS y volvió a plantear el establecimiento de la CEI. La cumbre de Alma-Ata convino también en varias otras medidas prácticas como consecuencia de la extinción de la Unión Soviética. El 25 de diciembre de 1991, Gorbachov se rindió a lo inevitable y renunció como presidente de la URSS, declarando a la URSS disuelta. Transfirió los poderes, que pasaron desde entonces a Boris Yeltsin, el presidente de Rusia. El día siguiente, el Soviet Supremo de la URSS, el cuerpo gubernamental más alto de la Unión Soviética, reconoció el desplome de la Unión Soviética y se disolvió. Esto es reconocido generalmente como la disolución final de la Unión Soviética como un estado. Muchas organizaciones como el Ejército Rojo y la policía continuaron quedándose en el lugar hasta principios del año 1992, pero fueron eliminadas progresivamente y/o retiradas o absorbidas por los estados nuevamente independientes.



Gobierno y política de la Unión Soviética:


La Unión Soviética se creó en 1922. Al principio se crearon algunos organismos; sin embargo, el nuevo Estado no se institucionalizó hasta la aprobación en 1924 de una nueva constitución. La Constitución de 1924 establecía unas bases fundamentales del Estado. El órgano legislativo superior era el Soviet Supremo, elegido mediante sufragio universal y formado por dos cámaras: el Soviet de la Unión y el Soviet de las Nacionalidades. La primera de las cámaras ejercía las tareas propias de un parlamento. El Soviet de las Nacionalidades estaba formado por representantes de las diversas repúblicas federadas y autónomas, en un número determinado por la ley. Otra fuente de poder parlamentario era el Congreso de los soviets, que se reunía anualmente y estaba formado por representantes de diversos soviets de la Unión Soviética. La Jefatura de Estado estaba encarnada en un órgano colectivo: el Comité Ejecutivo Central de toda la Unión. El Gobierno lo ejercía un Consejo de Comisarios del Pueblo. Ambos órganos eran elegidos por el Soviet Supremo. Hasta su muerte en 1924, el Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo fue Lenin. En la Constitución de la Unión Soviética de 1924 se incluyó por primera vez la estructura federal de la Unión Soviética y el derecho de las repúblicas federadas a separarse de la URSS y establecerse como Estados independientes. No se daba al partido una función relevante en el Estado, como si se haría más tarde en las demás constituciones.
La Unión Soviética fue una república federal basada en quince repúblicas unidas en una unión teóricamente voluntaria. A su vez, una serie de unidades territoriales formaban las repúblicas. Las repúblicas tuvieron también jurisdicción pensada para proteger los intereses de minorías nacionales. Las repúblicas tenían sus propias constituciones, que, junto con la Constitución de la Unión, proporcionaban la división teórica del poder en la Unión Soviética. Todas las repúblicas menos la RSFS de Rusia tuvieron sus propios partidos comunistas. En 1989, sin embargo, el PCUS y el gobierno central se apropiaron toda autoridad significativa, estableciendo las políticas que debían ejecutar los gobiernos de las repúblicas, provincias, oblasts, y distritos.



Gobernantes de la Unión Soviética:


La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas fue un estado socialista federal compuesto por quince repúblicas, creado el 30 de diciembre de 1922 y disuelto el 25 de diciembre de 1991. Si bien la jefatura de Estado y de gobierno eran cargos diferenciados, buena parte del poder político recaía en el Secretario General del Partido Comunista (PCUS) y otros miembros de su Comité Central.
De hecho, era común que el Secretario General del Partido fuera Presidente del Presidium, Jefe de Estado o Presidente del Consejo de Ministros (Jefe de Gobierno). Hasta Nikita Jrushchov fue costumbre que el líder del partido estuviera directamente a cargo del poder ejecutivo, pero a partir su sucesor Leonid Brézhnev ocuparon la jefatura de Estado. La prensa occidental por lo general hacía caso omiso de estas distinciones y llamaba al líder político Presidente de la Unión Soviética o Primer Ministro de la Unión Soviética, aunque estos cargos no existieron oficialmente hasta los últimos meses del gobierno de Mijaíl Gorbachov.
El cargo de Secretario General del Partido no fue creado hasta el mes de abril de 1922 y se convirtió en el máximo puesto tras la muerte de Lenin, ideólogo de la Revolución de Octubre y principal dirigente bolchevique. Entre marzo de 1953 y el 8 de abril de 1966 el cargo se llamó Primer Secretario. A partir de esa fecha y hasta el 14 de marzo de 1990 el cargo volvió a denominarse Secretario General del PCUS.



Relaciones Internacionales:


Tras la inicialmente negación por parte del mundo capitalista del reconocimiento diplomático, la Unión Soviética llegó a tener relaciones oficiales con la mayoría de las naciones del mundo a finales de los años 80. La Unión Soviética también había aumentado su importancia en la esfera internacional, desde estar fuera de organizaciones y negociaciones internacionales, a ser uno de los árbitros del destino de Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Como miembro de las Naciones Unidas desde su fundación en 1945, la Unión Soviética se convirtió en uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que le dio el derecho de veto de sus resoluciones ( ver Unión Soviética y las Naciones Unidas).
La Unión Soviética emergió de la Segunda Guerra Mundial como una de las dos potencias principales del mundo, una posición mantenida durante cuatro décadas a través de su hegemonía en Europa Oriental (véase bloque del este), fuerza militar, ayuda a los países en vías de desarrollo, e investigación científica, especialmente en tecnología espacial y armamentística. La influencia cada vez mayor de la Unión Soviética en el exterior en los años de la posguerra ayudó a conducir a un sistema comunista a los estados de Europa Oriental, unidos por acuerdos militares y económicos. Alcanzó al Imperio Británico como superpotencia global, tanto en su sentido militar como en su capacidad de expandir su influencia más allá de sus fronteras. Establecido en 1949 como bloque económico de los países comunistas conducidos por Moscú, el soviéticamente dominado Consejo de Ayuda Mutua Económica (COMECON) sirvió como marco para la cooperación entre las economías planificadas de la Unión Soviética, y, más adelante, para la cooperación comercial y económica con el tercer mundo. La contraparte militar al COMECON era el pacto de Varsovia. La economía soviética era también de gran importancia para la Europa Oriental debido a las importaciones de recursos naturales vitales de la URSS, como el gas natural.
Moscú consideraba a Europa Oriental una zona excelente para defender sus fronteras occidentales y aseguró su control en la región transformando los países de Europa del Este en estados satélites, algo así como los EE UU con la Europa Occidental. Las tropas soviéticas intervinieron en la Revolución Húngara de 1956 y citaron la doctrina de Brezhnev, la contraparte soviética a las doctrinas estadounidenses de Johnson y Nixon (posterior a la de Johnson), y ayudaron a expulsar al gobierno checoslovaco en 1968, lo que es designado a veces como "el resorte de Praga".
A finales de los años 50, una confrontación con China con respecto al acercamiento de la URSS con el oeste que Mao percibió, sumada al revisionismo de Jrushchov condujo a la Ruptura Sino-Soviética. Esto dio lugar a una rotura a través del movimiento comunista global y a regímenes comunistas en Albania y Cambodia que elegían aliarse con China en lugar de la URSS. Por una época, la guerra entre los aliados anteriores parecía ser una posibilidad; mientras que las relaciones se refrescarían durante los años 1970, no volverían a la normalidad hasta la era de Gorbachov.
Durante el mismo período, una confrontación tensa entre la Unión Soviética y los Estados Unidos sobre el despliegue soviético de misiles nucleares en Cuba durante la Crisis de los misiles de Cuba.
El KGB (Comité para la Seguridad del Estado) sirvió en cierto modo como la contraparte soviética a la Oficina de la Investigación Federal y a la Agencia de Inteligencia Central de los Estados Unidos Funcionó con una red masiva de informadores a través de la Unión Soviética, que fue utilizada para supervisar las violaciones de la ley. La rama exterior del KGB fue utilizada para recoger información en países alrededor del globo. Después del derrumbamiento de la Unión Soviética fue sustituido en Rusia por el SVR (Servicio de Inteligencia Extranjera) y el FSB (Servicio Federal de Seguridad de la Federación Rusa).
El KGB no estaba sin control. El GRU (Directorio Principal de Inteligencia), que no fue hecho público por la Unión Soviética hasta el final de la era soviética durante la perestroika, fue creado por Lenin en 1918 y sirvió como órgano centralizado de la inteligencia militar y como controlador institucional para la energía con relativamente menos restricción que el KGB. Con eficacia, sirvió para espiar a los espías, y, curiosamente, el KGB sirvió una función similar con el GRU. Como el KGB, el GRU funcionó en otras naciones alrededor del mundo, particularmente en los estados del bloque soviético y países satélites. El GRU continúa funcionando aún en Rusia, con unos recursos que exceden los del SVR según algunas estimaciones.
En los años 70, la Unión Soviética alcanzó una paridad nuclear aproximada con los Estados Unidos. Percibió su propia implicación como esencial para la solución de cualquier problema internacional importante. Mientras tanto, la Guerra Fría dejó paso a la distensión y a un patrón más complicado de las relaciones internacionales en las cuales el mundo no estuvo claramente dividido en dos bloques opuestos. Los países menores tenían más capacidad de afirmar su independencia, y las dos superpotencias reconocieron su interés común en intentar controlar la extensión y la proliferación de armas nucleares (véase SALT I, SALT II, y el Tratado sobre Misiles Anti-Balísticos).
Durante este tiempo, la Unión Soviética había concluido tratados de amistad y de cooperación con un buen número de estados no comunistas en el mundo, especialmente en el tercer mundo y en estados del movimiento de los no aliados como la India y Egipto. A pesar de algunos obstáculos ideológicos, Moscú aumentó su interés por ganar posiciones estratégicas importantes a través del tercer mundo. Además, la Unión Soviética continuó proporcionando ayuda militar para los movimientos revolucionarios en el tercer mundo. Por todas estas razones, la política exterior soviética era de gran importancia para el mundo no comunista y ayudaba a determinar el tenor de relaciones internacionales.
Aunque innumerables burocracias estuvieron implicadas en la formación y la ejecución de la política exterior soviética, las pautas principales de la política fueron determinadas por el Politburó del partido comunista. Los primeros objetivos de la política exterior soviética habían sido el mantenimiento y el realce de la seguridad nacional y el mantenimiento de la hegemonía en Europa Oriental. Las relaciones con los Estados Unidos y la Europa occidental eran también una preocupación importante para los regidores soviéticos, y las relaciones con los estados del tercer mundo fueron por lo menos parcialmente determinadas por la proximidad de cada estado a la frontera soviética y a las estimaciones soviéticas de su significación estratégica.
Después de que Mijaíl Gorbachov sucediera a Konstantín Chernenko como Secretario General del PCUS en 1985 introdujo muchos cambios en la política exterior soviética y en la economía de la URSS. Gorbachov persiguió políticas conciliatorias hacia el oeste en vez de mantener el statu quo de la guerra fría. La Unión Soviética terminó su ocupación de Afganistán, firmó tratados estratégicos de reducción de armas con los Estados Unidos, y permitió que sus aliados en Europa Oriental determinaran sus propios asuntos. La caída del muro de Berlín, que comenzó en noviembre de 1989, señaló dramáticamente el fin del imperio exterior de la Unión Soviética en la Europa central y oriental. Dos años más tarde, el imperio interno también acabó.
Después de la disolución de la Unión Soviética el 25 de diciembre de 1991, Rusia demandó ser el sucesor legal del estado soviético en la esfera internacional. A tal efecto, Rusia aceptó voluntariamente toda la deuda exterior soviética, y reclamó las propiedades soviéticas de ultramar como propias. Para prevenir conflictos subsecuentes sobre las propiedades soviéticas, los acuerdos de “variante cero" fueron propuestos a los estados nuevamente independientes según el statu quo en la fecha de la disolución (Ucrania es la única antigua república soviética que no ha entrado en tal acuerdo). También se plantearon cuestiones sobre la vigencia de los tratados que había firmado la Unión Soviética, por ejemplo el tratado de misiles antibalísticos; Rusia mantiene la posición de que esos tratados siguen en vigor, y deben ser leídos como si fuera Rusia la signataria.



Repúblicas:


La Unión Soviética fue una federación de Repúblicas soviéticas socialistas (RSS). Las primeras Repúblicas fueron establecidas poco después de la Revolución de octubre de 1917. En aquel momento, las repúblicas fueron técnicamente independientes la una de la otra pero sus gobiernos actuaron como una confederación coordinada dirigida por el liderazgo del PCUS. En 1922, cuatro Repúblicas (RSFS de Rusia, RSS de Ucrania, RSS de Bielorrusia, y Federación Transcaucásica) se unieron en la Unión Soviética. Entre 1922 y 1940, el número de Repúblicas creció a dieciséis. Parte de las nuevas Repúblicas fue formada con territorios adquiridos, o readquiridos por la Unión Soviética, otras por división de las Repúblicas existentes. Los criterios para establecer nuevas repúblicas fueron así:
1. estar localizado en la periferia de la Unión Soviética para ser capaz de ejercitar su derecho a la secesión;
2. ser suficientemente fuerte económicamente como para sobrevivir por sí mismos en caso de secesión;
3. ser denominada a partir de una etnia dominante de por lo menos un millón de personas.
El sistema se quedó casi igual después de 1940. No fueron establecidas nuevas republicas. Una república, República Socialista Soviética Carelo-Finesa, fue disuelta en 1956, y el territorio llegó a ser formalmente la República Socialista Soviética Autónoma de Carelia dentro del RSFS de Rusia. Quedaron 15 repúblicas hasta 1991. Aunque las constituciones soviéticas establecieran el derecho de una república a separarse, se quedó en teórico y muy improbable dado el centralismo soviético, hasta 1991 con el desplome de la Unión. En aquel momento, las repúblicas llegaron a ser países independientes, con alguna todavía floja organización bajo el título de Comunidad de Estados Independientes. Algunas repúblicas que tenían en común la historia o la región geográfica, fueron denominadas por nombres de grupo; éstas fueron las Repúblicas bálticas, las Repúblicas Transcaucásicas, y las Repúblicas de Asia Central. En su estado final, la Unión Soviética consistió en las repúblicas siguientes:

Repúblicas soviéticas

1. RSS de Armenia
2. RSS de Azerbaiyán
3. RSS de Bielorrusia
4. RSS de Estonia
5. RSS de Georgia
6. RSS de Kazajistán
7. RSS de Kirguistán
8. RSS de Letonia
9. RSS de Lituania
10. RSS de Moldavia
11. RSFS de Rusia
12. RSS de Tayikistán
13. RSS de Turkmenistán
14. RSS de Ucrania
15. RSS de Uzbekistán




1. Armenia
2. Azerbaiyán
3. Bielorrusia
4. Estonia
5. Georgia
6. Kazajistán
7. Kirguistán
8. Letonia
9. Lituania
10. Moldavia
11. Rusia
12. Tayikistán
13. Turkmenistán
14. Ucrania
15. Uzbekistán




Economía:

Antes de su disolución, la Unión Soviética era la segunda economía más grande del mundo. El gobierno estableció sus prioridades económicas por la economía centralizada, un sistema bajo el cual las decisiones administrativas, en lugar del mercado, determinan la asignación de recursos y los precios. Algunos momentos como los de Nikita Jruschov cuando afirmaba "los enterraremos" en el sentido económico fueron tomados en serio por muchos analistas.
Después de la revolución bolchevique de 1917, el país creció desde una sociedad campesina en gran parte subdesarrollada con la industria mínima a llegar a ser el segundo mayor poder industrial en el mundo. Según las estadísticas soviéticas, la producción industrial del país en el mundo creció de 5,5% a 20% entre 1913 y 1980. Aunque algunos analistas occidentales consideran estos datos hinchados, el logro soviético fue notable. Recuperando los acontecimientos calamitosos de la Segunda Guerra Mundial, la economía del país había mantenido una tasa continua aunque desigual de crecimiento. El nivel de vida, aunque todavía modesto para la mayoría de los habitantes según los estándares occidentales, había mejorado.
Aunque estos logros pasados fueran impresionantes, a principios de los años 1980 líderes soviéticos encararon muchos problemas. La producción en los bienes de consumo en el país soviético y los sectores agrícolas fueron a menudo inadecuados (véase Economía de penuria). La crisis en el sector agrícola cosechó consecuencias catastróficas en los años 1930, cuando la colectivización encontró la resistencia esparcida de los Kulaks, teniendo como resultado una lucha amarga de muchos campesinos contra las autoridades, y contra el hambre artificial, especialmente en Ucrania (véase Holodomor), pero también en el área del Río Volga y Kazajistán. Una falta de inversión en consumo y sectores terciarios tuvo como resultado comercios clandestinos en mercados negros en algunas áreas.
Además, desde los años 1970, la tasa de crecimiento había aflojado substancialmente (véase crecimiento extenso). El desarrollo económico extenso, basado en entradas vastas de materias y trabajo, no fue ya posible; mas la mejora de la productividad soviética se quedó baja comparada con otros países industrializados mayores. La calidad del producto necesitó la mejora. Los líderes soviéticos encararon un dilema fundamental: los fuertes controles centrales de una burocracia cada vez más conservadora que había dirigido tradicionalmente el desarrollo económico habían fallado en responder a las demandas complejas de la industria de una economía sumamente desarrollada y moderna.
Conociendo las debilidades de sus enfoques pasados para resolver nuevos problemas, los líderes del final de la década de los ochenta procuraron moldear un programa de reforma económica para galvanizar la economía. El liderazgo, encabezado por Mijaíl Gorbachov, experimentaba con soluciones a problemas económicos con una franqueza (Glásnost) nunca antes vista en la historia de la economía. Un método para mejorar la productividad pareció estar en un refuerzo del papel de fuerzas de mercado. Mas las reformas en las que las fuerzas del mercado asumían un papel más grande significaba disminuir la autoridad y el control por la jerarquía de la planificación, así como una disminución significativa de servicios sociales tradicionalmente proporcionado por el estado, como albergue y la educación.
Valorar los desarrollos en la economía fue difícil para observadores occidentales. El país tenía enormes disparidades económicas y regionales. Pero analizar los datos estadísticos diferenciados por región era un proceso incómodo. Además, la estadística soviética por sí misma quizás habría sido de uso limitado a analistas occidentales porque no era directamente comparable con la utilizada en países occidentales. El diferir de los conceptos estadísticos, las valoraciones, y los procedimientos utilizados por economistas comunistas y no-comunistas hizo que aún los datos más básicos, tal como la productividad relativa de varios sectores, fuera difícil de valorar. Después de la disolución de la Unión Soviética, por lo menos, fue posible valorar relativamente Rusia y los Estados Unidos repecto a sus deudas públicas. El 28 de agosto de 2007, los funcionarios del tesoro de los Estados Unidos valoraron la deuda soviética anterior a 70 mil millones de dólares, mientras que la de Estados Unidos superaba los 9 billones de dólares.




Grupos religiosos:

La Catedral de San Basilio ubicada en la plaza roja en Moscú fue el máximo icono de la religión en la Unión Soviética.
El Estado fue separado de la Iglesia por el Decreto del Consejo de Comisarios del Pueblo el 23 de enero de 1923. Las cifras oficiales del número de creyentes religiosos en la Unión Soviética no estaban disponibles en 1989. Pero según varias fuentes soviéticas y occidentales, alrededor de un tercio de la gente de la Unión Soviética, un estado oficialmente ateo, profesaba alguna creencia religiosa. El Cristianismo y el Islam se disputaban la mayoría de los creyentes. Los cristianos pertenecían a varias Iglesias: la Ortodoxa, que tenía el número más grande de seguidores; la Católica; la Baptista y varias otras ramas protestantes. Hubo muchas iglesias en este país (7.500 Iglesias Ortodoxas Rusas en 1974). La mayoría de los fieles de la fe islámica eran sunitas. El judaísmo tuvo también muchos seguidores. Hubo otras religiones practicadas por un número relativamente pequeño de creyentes, incluido el budismolamaísmo y chamanismo (una religión basada en el espiritualismo primitivo). El papel de la religión en la vida diaria de los ciudadanos soviéticos varió enormemente. Ya que los dogmas religiosos islámicos y los valores sociales de los musulmanes están estrechamente interrelacionados, la religión pareció tener una mayor influencia en los musulmanes que en los cristianos u otros creyentes. Dos tercios de la población soviética, sin embargo, no tenían creencias religiosas. Cerca de la mitad de la gente, incluyendo a miembros del PCUS y oficiales de alto nivel del gobierno, profesaban el ateísmo. Por lo tanto, para la mayoría de los ciudadanos soviéticos, la religión parecía irrelevante.



Cultura:


La cultura soviética pasó por varias etapas durante los 70 años de su existencia. Durante los primeros once años de Revolución (1918–1929), hubo una relativa libertad y los artistas experimentaron con varios estilos diferentes en un esfuerzo de encontrar un estilo artístico soviético distintivo. Lenin quiso que el arte fuera accesible al pueblo ruso. El gobierno alentó una variedad de tendencias. En el arte y la literatura, numerosas escuelas, unas tradicionales y otras radicalmente experimentales, proliferaron. Los escritores comunistas Máximo Gorki y Vladímir Mayakovski estuvieron activos durante este período. El cine recibió el apoyo del Estado; muchos de los mejores trabajos del cinematógrafo Serguéi Eisenstéin datan de este período.
Más tarde, durante la era de Iósif Stalin, la cultura soviética fue caracterizada por el apoyo del gobierno al realismo socialista, con el resto de las tendencias seriamente reprimidas, con raras excepciones (por ejemplo los trabajos de Mijaíl Bulgákov).
Después del deshielo de Jruschov en los años 50 y 60, la censura disminuyó (pero nunca se eliminó completamente). La mayor experimentación en formas de arte llegó a estar permitida de nuevo, con el resultado de que trabajos críticos más sofisticados y sutiles comenzaran a ser producidos. El régimen aflojó su énfasis en el realismo socialista; así, por ejemplo, muchos protagonistas de las novelas del autor Yuri Trífonov se refirieron a problemas de la vida de cada día más bien que a la construcción del socialismo. Una literatura disidente subterránea, conocida como samizdat, se desarrolló durante este último período. En la era de Jruschov la arquitectura se centró sobre todo en un diseño funcional en contraste con el estilo altamente adornado de la época de Stalin.

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